Estafadores robaron un estimado de 45.6 mil millones de dólares, al hacer reclamos fraudulentos de seguro de desempleo, destinados a personas despedidas durante la pandemia. Detalló la Oficina del Inspector General del Departamento de Trabajo de Estados Unidos en un informe. The Wall Street Journal reportó que la nueva cuenta es casi tres veces, la estimación del verano pasado de más de 16 mil millones de dólares en pagos fraudulentos.

Señaló que más de la mitad del fraude potencial, identificado entre marzo del 2020 y abril del 2022 provino de personas que solicitaron beneficios en varios estados. Los estafadores también usaron los números de Seguro Social de personas que estaban muertas o en prisión; así como direcciones de e-mail sospechosas, detalló la Oficina del Inspector General.

Más de mil personas han sido acusadas de delitos relacionados con el fraude del seguro de desempleo desde marzo del 2020. La Oficina explicó que no tenía acceso a los datos federales de prisioneros más actualizados para su informe, y se centró en otras áreas de alto riesgo de fraude.

El programa de seguro de desempleo pandémico -que empezó en marzo del 2020-, les dio al principio a quienes perdieron sus trabajos 600 dólares adicionales por semana en ayuda federal. Que luego se redujo a 300 por semana. El beneficio complementario expiró el año pasado. Se han pagado más de 872 mil millones de dólares en ayuda pandémica desde marzo del 2020, según la Oficina.



Los cientos de miles de millones en fondos para la pandemia, atrajeron a personas que buscaban explotar el programa de desempleo, "lo que resultó en niveles históricos de fraude y otros pagos indebidos"; lamentó Larry Turner, Inspector General del Departamento de Trabajo, en un comunicado. Hablando ante el Congreso en marzo, Turner dijo que una tasa tan grande de pagos indebidos, representa alrededor de 163 mil millones de dólares en sobrepagos. "Con una porción significativa atribuible al fraude".

El aumento de las solicitudes de desempleo, que alcanzaron niveles récord al comienzo de la pandemia; fue una de las razones por las que los estados eran más vulnerables al fraude. Muchos estados también ingresaron a la pandemia con tecnología anticuada, que los dejó sin preparación para detectar y eliminar a los solicitantes fraudulentos.

Los delincuentes, a menudo, usan números de Seguro Social robados, fechas de nacimiento y otra información personal para solicitar beneficios. El fraude llevó a muchos estados a congelar temporalmente los pagos por desempleo, lo que en ocasiones, afectó a cientos de miles de reclamos; incluidos los legítimos de trabajadores despedidos.

Actualidad Laboral / Con información de Reforma