Estados Unidos generó en abril un total de 263.000 puestos de trabajo, según el Buró de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo. Por su parte, la tasa de desempleo cayó dos décimas, hasta el 3,6%; su menor nivel desde diciembre de 1969. La revisión de las cifras de febrero y marzo sumaron un total de 16.000 empleos más.
La tasa de participación en la fuerza laboral disminuyó en 0,2 puntos porcentuales hasta el 62,8%, pero se mantuvo sin cambios respecto al año anterior. Al mismo tiempo, el salario medio por hora creció un 3,2% con respecto al año anterior, igualando el aumento registrado en marzo. Entre los sectores que más empleo generaron en abril destacan el de servicios profesionales, construcción y atención médica. Dicho esto, el sector minorista destruyó puestos de trabajo por tercer mes consecutivo. El sector público sumó 27.000 empleos.
A lo largo de los cuatro primeros meses del año, EE.UU. ha generado una media mensual de 205.000 empleos, por debajo de los 223.000 puestos de trabajo mensuales generados el año pasado. No obstante, la media de 2019 supera ligeramente la media de los 201.000 empleos mensuales creados durante los 103 meses, en los que el país lleva generando puestos de trabajo. Este ciclo laboral, que comenzó en octubre de 2010, es el más largo de la historia del país.
El consenso del mercado esperaba una creación de alrededor de 190.000 puestos de trabajo acompañado de una caída en la tasa de participación de una décima, hasta el 62,9%. En lo que se refiere a la tasa de paro, las previsiones consideraban que esta quedaría estable en el 3,8% mientras la inflación salarial aumentaría un 0,3% con respecto a marzo, llevando la tasa interanual hasta el 3,3%. Esta misma semana, el Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal, (FOMC, por sus siglas en inglés) reiteró que la creación de empleo había sido "sólida" en los últimos meses mientras la tasa de paro se mantenía baja. Por su parte, el presidente de la Fed -Sistema de la Reserva Federal-, Jerome Powell, apuntó durante su rueda de prensa posterior, que no observa un "sobrecalentamiento. Hemos contado con informes anecdóticos de escasez de mano de obra y dificultades para encontrar mano de obra cualificada y ese tipo de cosas", explicó el alto funcionario, quien, sin embargo, recalcó que el país registra una creación de empleo muy sólida y un incremento de los salarios, que sube a un ritmo adecuado dada la inflación y la productividad actual.
Precisamente, el jueves conocimos como la productividad del trabajador estadounidense subió a su ritmo más fuerte en más de cuatro años en el primer trimestre; reduciendo los costes laborales y sugiriendo que la inflación podría mantener su tendencia benigna, al menos, de momento. El Departamento del Trabajo estimó que la productividad no agrícola, que mide la producción por hora por trabajador, subió a una tasa anualizada del 3,6% entre los meses de enero y marzo.
Esta semana también vimos cómo el sector privado generó 275.000 empleos en abril, por encima de lo previsto, según la gestora de nóminas ADP. El jueves, el gobierno informó como los pedidos iniciales de ayuda estatal por desempleo se mantuvieron estables a una tasa desestacionalizada de 230.000 en la semana terminada el 27 de abril. Las solicitudes aumentaron en 37.000 peticiones en la semana previa, el mayor alza desde septiembre del 2017.
Luego del traspiés de febrero, cuando la mayor economía del mundo generó solo 33.000 puestos de trabajo, Estados Unidos recuperó su brío en el mercado laboral al sumar 196.000 empleos en marzo. Una cifra que devolvió cierto optimismo pero que situó la media del primer trimestre en 180.000 puestos al mes, su cota más baja de los últimos 15 meses. No obstante, la desaceleración global y los vientos en contra del comercio se hacen cada vez más evidentes dentro del mercado laboral estadounidense. En marzo, los fabricantes destruyeron 6.000 empleos, la primera vez que esto ocurre en poco más de año y medio. La contratación dentro del sector de servicios aumentó, gracias en gran parte a un repunte en la educación y la salud, así como del ocio y la hospitalidad. Los servicios de ayuda temporal, sin embargo, disminuyeron por segunda vez en tres meses.
Actualidad Laboral / Con información de El Economista España