31-01-2020

El 25% del crecimiento del PIB en Estados Unidos entre 1960 y 2010 se debe a un mayor equilibrio racial y de género en el lugar de trabajo, ha descubierto una investigación de la Universidad de Stanford y publicada en la revista Econometrica.


En 1960, aproximadamente el 94% de los médicos y abogados en los Estados Unidos eran hombres blancos. Cincuenta años después, este número estaba más cerca del 60%.


Los investigadores, dirigidos por el profesor Charles I. Jones, modelizaron la forma en que esta distribución cambió a lo largo del tiempo y pudo establecer cómo influyó en el PIB del país el equilibrio en el lugar de trabajo.


El modelo matemático utilizado se basa en una suposición simple y directa: la distribución del talento para la mayoría de las profesiones es la misma para hombres y mujeres de todas las razas. (Existen excepciones en ocupaciones que requieren fuerza física, como la construcción.) Dado este supuesto, el perfil demográfico de, por ejemplo, los abogados, debería reflejar la demografía de género y racial de Estados Unidos.


Según los investigadores, en 1960 la situación social generaba que muchos hombres blancos mediocres fueran médicos y abogados y que otros muchos hombres de otros grupos con gran talento eran socialmente excluidos.


Mediocridad por talento


Esta situación es la que ha ido cambiando en los últimos 50 años, reemplazando la mediocridad por el talento y establecido que el salario medio del hombre blanco haya caído un 12 por ciento en todo el periodo.


El cambio ha supuesto también que los ingresos de los hombres negros han subido un 29% en ese tiempo. El aumento ha sido del 51% entre las mujeres de raza negra y del 77% entre las mujeres blancas.


Más de una cuarta parte del crecimiento del PIB de Estados Unidos en ese tiempo se debe a ese reequilibrio racial y de género, especialmente porque ha permitido que las mujeres se incorporasen al trabajo en profesionales muy cualificadas.


Los investigadores destacan que, aunque la sociedad norteamericana todavía está muy lejos de haber conseguido la igualdad racial y de género, el progreso conseguido ha sido notable y que ese equilibrio equitativo no solo es bueno para estos grupos de personas, sino también para la economía en su conjunto.


Actualidad Laboral / Con información de Tendencias21