16-07-2020


Probablemente, sea recordado como el hackeo más agresivo a la red de Twitter. Y perpetrada desde las celebridades y empresas más influyentes del mundo, todas con su tilde de verificación correspondiente. Y usando a Bitcoin para recaudar el botín.


Un grupo de hackers se adueñó literalmente de la red de microblogging. Los expertos aseguran que lograron obtener permisos de administrador (es decir, control total) del sitio web, buscaron aquellas cuentas verificadas y twittearon lo que quisieron. Bill Gates, Elon Musk, Barack Obama, algunos de los famosos a quienes se los privó de su identidad digital por un momento.


El ataque no tiene precedentes. A través de esas cuentas y aprovechando la popularidad de sus dueños, los atacantes postearon mensajes pidiendo donaciones en Bitcoin y prometiendo devolver el doble.


Como respuesta, cientos de usuarios comenzaron a transferir sus monedas por varios miles de dólares a estas celebridades, sin recibir a cambio los fondos prometidos. Todo un cuento chino 4.0.


A través de su blockchain, Bitcoin permite conocer las cuentas desde y hacia dónde parten esas monedas, aunque no asigna una identidad real a cada una. Según confirmó iProUP, varias de ellas –como la aparecía en el twitter de Obama, Bill Gates y Uber– comenzó su actividad este mismo miércoles.


Siguiendo el rastro de esta cuenta, había recibido casi 13 bitcoin (u$s120.000), pero la mitad los había transferido a otras cuentas. Es decir, los atacantes cuentan con varias cuentas a las que fueron transfiriendo monedas.


En otras de esas cuentas, el total de dinero recibido fue de casi 15 bitcoins (unos USD140.000). La maniobra fue la misma: quedarse con la mitad y transferir la otra en decenas de transacciones a otros usuarios.


Es decir, embarrar la investigación o, al menos, dificultar la famosa frase "Seguí el dinero" (Follow The Money) atribuida a "Gargante Profunda", que luego se identificó como el exagente del FBI Mark Felt. El caso Watergate terminó con la presidencia de Richard Nixon.


Se trata del crimen perfecto: la "privacidad" que promete Bitcoin hace que esas cuentas no se puedan atribuir directamente a personas, por lo que quizás nunca se dé con los responsables de la gran estafa 4.0.


Actualidad Laboral / Con información de IProup