La vuelta a la oficina es ya un hecho para la gran mayoría de los profesionales españoles. Tras más de un año de pandemia, muchas personas encuentran dificultades a la hora de volver, después de haber estado trabajando en remoto durante un largo período de tiempo.
Adaptarse de nuevo las reuniones presenciales, gestionar los conflictos que haya en la oficina o superar la ansiedad por volver a un espacio de trabajo compartido, son algunas de las razones que están haciendo que los profesionales demanden un nuevo entorno laboral. Según una encuesta de Linkedin, el 73% de los empleados quiere mantener la flexibilidad horaria, mientras que el 69% de los encuestados quiere tener la posibilidad de decidir el lugar desde el que trabajar.
B-Talent, solución tecnológica para el desarrollo y entrenamiento de soft skills en empresas, sabe los beneficios que supone un modelo híbrido de trabajo para los empleados y que es una de las grandes apuestas de la mayoría de las organizaciones. Además, advierte que, si la formación se gestiona adecuadamente, puede incrementar la productividad en la compañía.
Es por ello por lo que facilita c:
Coaching. En entornos de trabajo híbrido, se puede perder la conexión con los empleados. En especial con los que están teletrabajando. Por eso, es importante que se sientan acompañados a través del coaching y de un feedback eficaz que facilite su motivación, rendimiento y compromiso.
Liderar reuniones efectivas. Ahora que algunos profesionales trabajan en remoto, es esencial planificar correctamente las reuniones para que se convierten en una inversión. Para ello, es importante tener en cuenta los posibles imprevistos (mala conexión a internet, fallos en el audio, diferencias horarias…), y establecer una agenda clara para que los asistentes sepan los objetivos de la reunión.
Motivar desde la inclusión. Es posible que los empleados se sientan inseguros ante los cambios provocados por la adopción de un modelo de trabajo híbrido. Por ello, es importante la motivación del equipo, teniendo en cuenta que algunos perfiles pueden tener más dificultades de adaptación.
Saber delegar. Para dirigir con éxito un entorno de trabajo híbrido, hay que ser capaz de garantizar el compromiso y crecimiento de los colaboradores mediante la delegación de tareas y procesos. Así, todos se comprometerán con los objetivos de la organización y ganarán en autoconfianza y motivación.
Superar las dificultades de comunicación y coordinación. En un entorno de trabajo híbrido, es común tomar decisiones sin que esté todo el equipo ‘presente’ o que se pierda información. Para mantener a todos alineados, la clave está en habilitar espacios de comunicación presenciales y digitales que ayuden a mantener una comunicación fluida y eficaz.
Gestionar conflictos eficazmente. Las distintas opiniones de los empleados pueden provocar malentendidos entre ellos. Para evitar que esta situación se convierta en un conflicto mal gestionado, es fundamental que el mánager del equipo desarrolle habilidades como la empatía, la negociación o la asertividad. De este modo, podrá anticipar, resolver y minimizar las posibles consecuencias negativas que puedan surgir del mismo.
Actualidad Laboral / Con información de Equipos y Talento