Cada vez más trabajadores optan por ver el mundo y trabajar donde sea que estén, ya sea que se queden en una ciudad durante una semana o seis meses.


La mayoría de los nómadas digitales son empleados remotos a tiempo completo que trabajan alrededor de 40 horas a la semana. Otros son parte de la economía colaborativa, recogiendo proyectos independientes para financiar sus viajes.


Aquí hay cinco cosas que Guillermo Reynoso, vicepresidente de Ventas de HCM en Oracle América Latina, dice que los líderes deben tener en cuenta sobre esta creciente tendencia.


Número en aumento: Se estima que en el mundo hay más de 100 millones de nómades digitales y según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para 2050 la cifra llegará a 1.000 millones. Otro estudio de ABrotherAbroad identifica que el 76 % son europeos o sus descendientes y 10 % pertenecen a una población identificada como latinoamericanos-hispanos.


En América Latina, muchos países comenzaron a definir políticas para atraerlos y que trabajen como Costa Rica, Panamá, México y Argentina.


Podría no ser lo que espera: Estos trabajadores ya no son todos mochileros veinteañeros que se hospedan en hostels de estudiantes. Un 70 % tienen entre 24 y 44 años, mientras que el 35 % tienen entre 45 y 54. Casi la mitad están casados y muchos son padres que se llevan a sus familias.


Una idea errónea común es que los nómadas digitales siempre están en movimiento. En promedio llevan viajando 6 años; sin embargo, el 73 % visita uno o dos países al año y es raro que una persona visite más de cinco.


Varios beneficios: Dado que los costos de vida son más baratos en algunos países y ciudades, las personas pueden estirar aún más su salario o ahorrar más dinero mientras disfrutan de sus viajes.


El 71 % de los nómadas digitales son trabajadores a tiempo completo: el 36 % son freelances con varios empleadores, el 33 % dueños de negocios y el 21 % empleados fijos de una única compañía.


El no tener que trasladarse diariamente al trabajo también les permite ahorrar (al igual que a otros trabajadores remotos), hasta US$4.000 al año en gastos relacionados con el trabajo.


No es para todos: La soledad es uno de los principales desafíos, ya que viajar puede dificultar la creación de vínculos sociales. Según el estudio de Lonely Planet, el 90 % de las personas se siente sola durante los viajes. En materia estrictamente laboral, hay otros factores clave: uno es la disponibilidad de insumos básicos para este trabajo como la conexión de Wi-Fi y otros están vinculados con la imposibilidad de establecer reuniones en equipo por zonas horarias.


¿Cómo ayudar a conectarlos con la organización? Los grupos de afinidad que se reúnen virtualmente pueden ayudar a los nómadas digitales a hacer crecer su red dentro de la organización, forjando un vínculo más profundo. Además, las reuniones presenciales periódicas del equipo, donde la empresa cubre los gastos de viaje, permiten a los nómadas digitales conectarse con colegas e, idealmente, conocerse como personas por fuera de la oficina. También es bueno tener una política de oficina abierta y alentarlos a organizar el trabajo con anticipación en cualquier ubicación de la oficina si se encuentran en el área.


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