En un mundo laboral en constante cambio, el lenguaje también evoluciona. Términos en inglés como networking, personal branding y soft skills se han convertido en parte del día a día en las oficinas y entrevistas de trabajo. Este nuevo vocabulario no es solo una moda; refleja transformaciones profundas en la manera en que nos relacionamos con el trabajo, la formación y hasta con nuestros propios talentos. Anna Muñoz, consultora en inserción laboral y profesora de inglés, desentraña el significado de algunas de estas palabras para entender cómo afectan en el ámbito laboral.
‘Networking: más allá del ‘contacto’
“Hacer networking va más allá de relacionarse y conocer personas”, apunta la experta. Esta práctica consiste en crear una red de relaciones profesionales que pueden ayudar a avanzar en la carrera. “No se trata solo de lo que puedes obtener, sino de construir relaciones mutuas de apoyo, de manera que el valor fluya en ambas direcciones”. Hoy, el networking es una herramienta clave para acceder a oportunidades, compartir conocimientos e incluso lanzar proyectos colaborativos.
‘Personal branding’: La marca personal
El personal branding, o marca personal, trata sobre la manera en que cada cual gestiona cómo quiere que el resto lo perciban profesionalmente. “Este concepto invita a los trabajadores a vender su carrera como si fuera una marca, resaltando aquello que los hace únicos y valiosos en el mercado laboral. Crear una marca personal sólida puede ayudar a diferenciarse, ya que cada vez más empresas buscan profesionales con valores y competencias distintivas”, explica Anna Muñoz. Según esta experta, tener un perfil activo en redes como LinkedIn, publicar contenido relevante y cuidar la imagen que se proyecta son pasos básicos para construir una marca que sea representativa de uno.
¿Qué impacto tiene este vocabulario en el mercado laboral?
Más allá de las palabras, estos términos introducen nuevas maneras de ver y desarrollar una carrera. “Nos invitan a pensar en nuestro trabajo no solo como un empleo, sino como un proceso de crecimiento personal y profesional”, subraya Anna Muñoz.
La creciente importancia de habilidades blandas, de la marca personal y de la capacidad de adaptación redefine el perfil del trabajador ideal. “En un entorno en el que lo digital avanza rápidamente, no es solo lo que sabemos, sino cómo nos relacionamos, cómo nos adaptamos y
cómo proyectamos nuestra imagen lo que define nuestro valor profesional”, concluye la experta.
‘Soft skills’: Las habilidades blandas, un valor añadido
La expresión soft skills se refiere a competencias interpersonales, como la comunicación, la empatía, el trabajo en equipo y la adaptabilidad. “Cada vez se les da más valor, pues son cualidades que contribuyen al éxito en cualquier entorno. Mientras que las hard skills (habilidades técnicas) se centran en conocimientos específicos, las soft skills son transversales y adaptables a cualquier rol”, puntualiza la consultora en inserción laboral. En un mercado de trabajo donde la colaboración y la flexibilidad son esenciales, estas habilidades blandas pueden ser el factor que determine el éxito o el fracaso. Entre las más valoradas encontramos: resolución de problemas, flexibilidad y adaptabilidad al cambio, inteligencia emocional y empatía, habilidades comunicativas, capacidad de aprendizaje y desarrollo continuo, y saber gestionar el tiempo.
‘Reskilling’ y ‘Upskiling’: La actualización continua
Los términos reskilling y upskilling están en boca de todos los departamentos de recursos humanos. El reskilling hace referencia a aprender nuevas habilidades para cambiar de carrera o desempeñar roles distintos, mientras que el upskilling implica adquirir conocimientos adicionales para mejorar en el trabajo actual. Ambos conceptos responden a la necesidad de adaptación en un mercado donde la tecnología y los procesos evolucionan constantemente. “Las empresas invierten en estos programas no solo para ayudar a sus empleados, sino para mantenerse competitivas en un mundo que exige aprendizaje continuo”, considera Muñoz.
Otros términos de moda: ‘Design’ thinking, ‘Mindfulness’ Y ‘Feedback’
Para no quedarse atrás, también se escuchan otros términos que están revolucionando el ámbito profesional. El design thinking, por ejemplo, es una metodología que ayuda a resolver problemas y a desarrollar productos o servicios innovadores situándose desde la perspectiva del usuario. El mindfulness es la práctica de la atención plena, que se está implementando en muchas empresas para reducir el estrés y mejorar la concentración. Por último, el feedback constante se considera esencial para el crecimiento profesional, ya que permite evaluar y mejorar de manera continua, tanto a nivel individual como en equipo.
¿Por qué en inglés?
El uso de términos en inglés no es una moda sin sentido. En muchos casos, el inglés es la lengua franca del ámbito empresarial, especialmente en sectores como la tecnología y el emprendimiento.
Estos términos son una forma de integrar conceptos que no siempre encuentran un equivalente exacto en otros idiomas. Además, reflejan una cultura de trabajo globalizada, donde la actualización y la conexión son constantes.
Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia