15-03-2018
Elizabeth Holmes cautivó con su visión a Silicon Valley, hasta el punto de que muchos la vieron como la sucesora de Steve Jobs. Pero era todo un timo. El regulador financiero en Estados Unidos le acusa formalmente de haber creado con su empresa Theranos una trama fraudulenta que funcionó durante varios años y que le permitió recaudar 750 millones de dólares (más de 606 millones de euros al cambio actual) engañando a los inversores.
Holmes llegó a aparecer en la lista de grandes fortunas de Forbes cuando tenía solo 30 años de edad. Era la mujer más joven de la lista de multimillonarios. El patrimonio de esta gran promesa empresarial se calculó en varios miles millones gracias a que inventó un nuevo método de análisis sanguíneos que iba a revolucionar la industria. Theranos llegó a estar valorada en 9.000 millones de dólares (unos 7.300 millones de euros).
Pero la nueva estrella del mundo tecnológico cayó fulminante tras conocerse que su invención en realidad no funcionaba y que sus análisis se apoyaban en la tecnología de las mismas compañías con las que prometía iba a competir ferozmente. El pufo se destapó tras un artículo publicado por The Wall Street Journal, en el que se reveló que las pruebas no procedían de su sistema.
La trama, de acuerdo con la nota emitida por la agencia que protege a los inversores, era “muy elaborada”. “Exageraron y mintieron sobre la tecnología, el negocio y el rendimiento financiero de la compañía”, explica el regulador, “así hicieron creer que tenían un "producto único", que podía hacer análisis sanguíneos a muy bajo coste y con una simple gota de sangre tomada del dedo.
“En realidad solo podían realizar un pequeño número de pruebas”, explica, al tiempo que señala que la amplia mayoría de los análisis se hicieron modificando otros métodos de compañías en la industria. Theranos llegó a decir que el Pentágono utilizaba su dispositivo portátil en el frente en Afganistán y que el contrato le generó más de 100 millones en 2014, cuando no llegaban a los 100.000 dólares.
Vetada para dirigir empresas durante 10 años
Elizabeth Holmes tendrá que abonar una sanción de medio millón de dólares y devolver todas las acciones que tiene de Theranos, que obtuvo durante el fraude, y renuncia a cualquier posición de control. Además, tendrá prohibido dirigir una empresa durante 10 años. El regulador también culpa de fraude a Ramesh Balwani, que presidió la compañía durante el periodo que se produjo el fraude.
Theranos llegó a tener entre sus clientes a la cadena de parafarmacias Walgreens, que presentó una demanda cuando empezaron a aflorar los problemas con los reguladores y se cuestionó su tecnología. Steven Peikin, responsable de la SEC, insisten en que el hecho de que una compañía no cotice en Wall Street no le exime de decir la verdad a los inversores sobre el desarrollo de sus productos.
Jina Choi, que está a cargo de la oficina de la SEC en San Francisco, espera que el caso de Theranos sea “una importante lección” para Silicon Valley. “Los innovadores que buscan revolucionar e irrumpir en una industria deben decir a los inversores lo que su tecnología puede hacer hoy, no solo lo que esperan lograr algún día”, afirma. Ni la fundadora ni el presidente admiten haber actuado irregularmente.
Actualidad Laboral / Con información de El País