28-06-2016
La crisis de la economía venezolana tiende a profundizarse en el transcurso de este año, con un impacto importante en 2017, aunque se produzca un cambio en la política económica. “Arrancaría con condiciones de gobernabilidad difíciles de predecir”, dijo el economista Ricardo Villamil, quien advirtió que será necesario lograr acuerdos entre todos los sectores para poder sobrellevar la situación.

Según las estimaciones del analista, este 2016 cerraría con una inflación entre 500% y 700%, y caídas del Producto Interno Bruto (PIB) de 15% y de las importaciones de 50%. El ingreso de los trabajadores se vería cada vez más reducido, prevé “una fortísima contracción del salario real y del poder adquisitivo, porque los aumentos de salario que ocurran, entre ahora y finales de año, jamás van a contener el crecimiento de la inflación; esto obviamente se va a convertir en una profundización de la crisis humanitaria que estamos viviendo”.

Para compensar la caída del poder adquisitivo, Villasmil plantea que serían necesarias medidas complementarias, como un subsidio monetario directo a las familias más vulnerables, aunque no puede ser una acción aislada. Advierte que, entre los acuerdos que se logren con sector productivo y organismos nacionales o internacionales, se debería garantizar el acceso a los bienes, por ejemplo.

En todo caso, 2017, y las frágiles condiciones de gobernabilidad, estarían acompañadas de un “alza modesta de los precios del petróleo”; reservas internacionales y activos internos “prácticamente agotados”; atrasos con proveedores, inventarios en “niveles mínimos” y problemas de oferta. “Es decir, la (poca) capacidad de reacción del sector privado ante un acomodo de las reglas de juego, para poner a producir, porque hay incertidumbre”, agregó.

Actualidad Laboral / ASS