Está claro que nadie es perfecto. En la mayoría de los casos, los malos hábitos solo dan pie a problemas relativamente menores. De manera que, si reconoces que tienes estos impulsos incontrolables, probablemente no tengas nada de qué preocuparte.


Pero en casos más extremos, hay ciertas tendencias que pueden realmente malograr nuestros anhelos de triunfo. Seguidamente detallamos los nueve hábitos más importantes de la gente sin éxito:


Llegar siempre tarde


Es cierto que pueden pasar cosas, pero los retrasos constantes son normalmente inaceptables en el escenario profesional. El hecho de llegar tarde te hace parecer descuidado y poco fiable.


Laura Schocker escribió en el Huffington Post que un estudio de la Universidad Estatal de San Francisco, asociaba “los retrasos crónicos con ciertos rasgos de personalidad, como pueden ser la ansiedad, un bajo autocontrol y la tendencia a la búsqueda de emociones”.


Albergar resentimientos


No hay que andar por ahí cantando kumbayá, está bien y es normal que haya personas en la vida que no te caigan bien y desconfíes de ellas.


Pero albergar grandes resentimientos es simplemente una forma de perder tu tiempo y energía valiosos. En un artículo para Web MD, Mike Fillon citó un estudio de la Hope College que averiguó que albergar rencores puede incluso tener efectos negativos en la salud.


Cumplir con la norma


Cumplir con la norma era una táctica de supervivencia en el colegio, pero ahora eres un adulto con tu carrera profesional. Deja de preocuparte tanto por lo que piensen los demás y de cumplir con lo establecido por el simple hecho de salir del paso. Haz lo que mejor te convenga.


Si dedicas tu tiempo a adaptarte al resto nunca destacarás.


Gastar más de la cuenta


Si el dinero te hace siempre un agujero en el bolsillo, vas a abocado a sufrir un largo periodo de penurias económicas. Acaba con este hábito aprendiendo a identificar los disparadores psicológicos del sobregasto.


Posponerlo todo


Te vamos a contar todo sobre los inconvenientes de posponerlo todo continuamente. Era una broma. Ahora en serio, la indecisión puede hacerte perder el tiempo, dinero e incluso el respeto de los que te rodean.


Mentir


Esto es algo bastante simple. Sé sincero. Es fácil caer en la trampa de entretejer pequeñas mentiras que se hacen más y más grandes. Rompe ese hábito. Sí, existen historias terroríficas sobre timadores y mentirosos que maquinan hasta el extremo, pero eso no significa que vayas a desarrollar en ti mismo un rasgo de deshonestidad.


Romper relaciones


Ten esto en cuenta, en tu vida y en tu trabajo es necesario romper algunas relaciones si la persona al otro lado es tóxica. Pero esos casos deben ser la excepción, no la regla. A medida que te mueves por distintas fases en tu carrera, no te enemistes con la gente con la que te vas relacionando. Eso puede volverse seriamente en tu contra si vuestros caminos se cruzan en el futuro.


No preocuparse por uno mismo


Puedes tener todo el éxito del mundo, pero eso no durará mucho si no conservas la salud. No dejes que el estrés te lleve a aflojar el ejercicio, a comer poco y a descuidarte. Tarde o temprano esas decisiones te empezarán a causar problemas y pueden descarrilar realmente tu vida.


Tener un mal lenguaje corporal


El lenguaje corporal hace que la gente nos perciba de forma muy diferente - muchas veces es más importante que el lenguaje verbal. Por eso, los malos hábitos en el lenguaje corporal - como puede ser un mal contacto visual - también son perjudiciales. Podrías estar saboteando tus oportunidades antes incluso de empezar a hablar.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl