Todo el mundo comete errores, forma parte de la vida. De hecho, a través de nuestros errores y fracasos adquirimos las experiencias y conocimientos que nos permiten tener éxito.


A algunas personas les cuesta admitirlo cuando cometen un error. Sin embargo, las personas de éxito siempre lo reconocen. Aprenden de ello, crecen y siguen adelante. Saben que si ignoran un error pueden quedar atrapados en un ciclo negativo. Eso sería un verdadero fracaso.


Estos son 25 errores que las personas de éxito pueden cometer una vez, pero nunca dos.


Ignorar tu instinto 


A veces sentimos que algo va mal sin poder explicar por qué. Resulta fácil ignorar estos instintos, posiblemente porque no estamos seguros de si debemos confiar más en una corazonada que en nuestra mente racional.


Sin embargo, las personas de éxito solo cometen ese error una vez antes de darse cuenta de que sus instintos nunca deben ser ignorados. Tener en cuenta tus instintos te dará una percepción más amplia de lo que está sucediendo así como una mayor confianza en tus decisiones.


No hacer preguntas difíciles


A veces nos sentimos incómodos husmeando en cada detalle porque tememos parecer unos intrusos. Sin embargo, hay ocasiones en las que es necesario hacer preguntas difíciles.


Apostar siempre por lo seguro


Si constantemente juegas a lo seguro, lo más probable es que estés siguiendo al resto del rebaño mientras te preparas para cometer tu próximo error. Sin embargo, este es uno de los errores más graves de todos, ya que el éxito solo les llega a las personas que poseen el valor suficiente para actuar por su cuenta. Las personas de éxito pueden permitirse caer en esta trampa una vez, pero algo en su interior les impulsa a asumir riesgos. Prefieren probar algo nuevo y fracasar que hacer una apuesta segura y llevar una vida aburrida.


Creer en la perfección


Resulta fácil creerse las promesas de algo maravilloso. Es fácil creer en alguien que parece tener carisma y encanto. Sin embargo, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Nadie es perfecto. Las personas de éxito pueden ser engañadas una vez, pero esto solo les sucede una vez, ya que pronto se vuelven escépticas y desconfiadas.


Echar la culpa a los demás


No asumir la responsabilidad de tus errores e intentar echar la culpa a los demás es increíblemente destructivo para ti mismo y para las personas que te rodean. Sin embargo, es algo que hacemos con gran frecuencia debido a que no nos gusta admitir el papel que desempeñamos en el fracaso. Las personas de éxito son responsables, y esto les hace ganarse el respeto de los demás. Asumen la responsabilidad de sus errores y siguen creciendo.


Dejar que las emociones determinen tu toma de decisiones


En ocasiones, las emociones dominan nuestra toma de decisiones, incluso cuando en el fondo de nuestras mentes algo nos dice que no deberíamos estar tomando esa decisión. Las emociones negativas como los celos, la duda y la ira pueden afectar incluso a las personas más lógicas, nublando su juicio y haciéndoles tomar una mala decisión. Las personas de éxito no se permiten el lujo de caer en esta trampa más de una vez.


Agotarse


Nadie logra sus sueños y alcanza el éxito sin trabajo duro y persistencia. No obstante, las personas de éxito aprenden rápidamente que necesitan encontrar un equilibrio en sus vidas. Convertirse en un adicto al trabajo tan solo te aportará estrés a largo plazo y, en última instancia, agotamiento. Tómate tu tiempo para recargar las pilas y relajarte, ya que esto dará sus frutos cuando regreses al trabajo.


Tomar atajos


En los negocios y en la vida no existen caminos directos y rápidos. Los atajos suelen conducir a unos peores resultados o incluso a fracasos. Las personas de éxito pueden intentar tomar un atajo una vez, pero cuando se dan cuenta de que esto es un error, siempre acaban comprendiendo que no existen atajos hacia el éxito.


Intentar complacer a todo el mundo


Todos buscamos la aprobación de los demás e intentamos caerle bien a la gente. Sin embargo, la gente de éxito aprende desde el principio que es imposible hacer feliz a todos. Todo el mundo tiene una opinión y algunas personas nunca estarán contentas, no importa lo mucho que lo intentes. Las personas de éxito saben que intentar complacer a todo el mundo las hace menos efectivas en su trabajo. Por el contrario, se centran en sus clientes principales y tienen unos objetivos claramente definidos.


Negarse a cambiar de opinión


La tenacidad es crucial para lograr el éxito, sin embargo, existe una delgada línea entre la determinación y tener una perspectiva dura e inflexible. La persistencia te ayudará a alcanzar tus metas. Ser obstinado y negarse a cambiar de opinión o a ver la realidad de una situación te hará fracasar. Las personas de éxito nunca tendrían éxito si siguieran cometiendo este error.


Optar por la gratificación instantánea


Retrasar la gratificación es algo difícil para mucha gente. Sin embargo, alcanzar cualquier meta importante en la vida requiere trabajo duro y persistencia. Las personas de éxito aprenden el valor de la gratificación retrasada desde el principio, y su determinación de tener éxito es mayor que cualquier placer instantáneo que puedan tener.


Hacer algo que no te apasione


Es cierto que ni siquiera a las personas de éxito les gustan todos los aspectos de su trabajo, pero no cabe duda de que están profundamente comprometidas y apasionadas por sus metas y sueños finales. Es posible que la gente de éxito se haya encontrado atrapada en un trabajo que no les gusta en algún momento de sus vidas, sin embargo, nunca barajarían la posibilidad de volver a hacer este trabajo independientemente de todo el dinero que les ofrezcan.


Mentir


Todos sabemos que la sinceridad es la mejor política, pero a veces incluso las personas buenas toman malas decisiones. En algunas ocasiones las personas de éxito caen en la tentación de mentir, pero no lo vuelven a hacer debido a que valoran su reputación y entienden que no merece la pena destruirla.


No poner límites


Establecer límites consiste en afirmar tu capacidad de decir que no y de rechazar algo cuando sea necesario. Sin unos límites saludables, estás a merced de los demás y estarás gastando tiempo y energía haciendo cosas que realmente no quieres hacer. Las personas de éxito saben cuáles son sus límites, y de manera cortés pero clara informan a los demás sobre dónde está el límite.


Intentar ser alguien que no eres


Resulta tentador intentar convertirte en alguien que crees que gustará a los demás. Sin embargo, las personas de éxito aprenden rápidamente que cuando intentas ser alguien que no eres, las cosas siempre suelen acabar mal.


Tener una mentalidad de víctima


Las personas de éxito pueden caer en la trampa de hacerse pasar por víctimas y dejarse llevar por la autocompasión solo una vez. Sin embargo, no tardan en darse cuenta de que tener una mentalidad de víctima significa renunciar al control en favor de ganar la atención y la simpatía de los demás y evitar la responsabilidad. Las personas de éxito no se hacen las víctimas, intentan vencer y prevalecer contra todo pronóstico.


Prometer demasiado y conseguir demasiado poco


Una de las reglas de oro para cualquier empresa es prometer poco y entregar más de la cuenta. De esta manera, siempre estás superando las expectativas de los clientes. Sin embargo, incluso las personas de éxito se han encontrado en alguna ocasión haciendo promesas grandiosas que han sido incapaces de cumplir. Este es un error que siempre se vuelve contra ti. No obstante, las personas de éxito no lo cometen dos veces. Tu palabra es tu vínculo. Si has hecho una promesa, asegúrate de que puedes cumplir con esa expectativa.


No pedir ayuda


Nadie tiene éxito sin la ayuda de los demás y, sin embargo, a menudo parece que siempre queremos hacerlo todo por nuestra cuenta. Al principio, algunas personas de éxito rechazan la ayuda de los demás. Sin embargo, pronto aprenden la lección de que todos necesitamos una mano amiga, y todos debemos estar dispuestos a ayudar a los demás también.


Perder de vista el panorama general


Resulta fácil perderse en el ajetreo diario de la vida; perder de vista el panorama general y sus principales objetivos. Sin embargo, las personas exitosas rápidamente corrigen el rumbo. Comprenden que tienen que mantener sus metas primarias en todo momento. Establecen prioridades diarias y se aseguran de que avanzan hacia esas metas globales.


Pensar que los competidores son tus enemigos


Uno de los errores más comunes que cometemos en los negocios y en la vida es centrar nuestra energía en "vencer" a la competencia. Las personas exitosas saben que la verdadera clave para ganar consiste en concentrarse en hacer felices a sus clientes. Sí, hay que prestar atención a las tendencias del sector, pero cuando se deja de ver a los competidores como enemigos, se puede empezar a concentrarse en comprender mejor y mejorar tus debilidades.


Intentar arreglar lo imposible


Has invertido mucho tiempo, energía y dinero en algo, y estás decidido a llevarlo a cabo. El único problema es que la cosa, sea lo que sea, está irreparablemente rota. Te aferras porque no quieres "perder" lo que ya has invertido. Las personas de éxito aprenden a renunciar a este tipo de cosas cuando no hay vuelta atrás, no importa lo que te haya costado llegar. Cuanto antes puedas seguir adelante, menos recursos seguirás malgastando en algo que no va a ninguna parte.


No atenerse a un presupuesto


Los errores financieros son comunes, e incluso las personas de éxito cometen errores de este tipo. Sin embargo, cualquiera que esté destinado a tener éxito también aprenderá rápidamente el valor de contar con un presupuesto y aferrarse a él. Independientemente de si se trata de cuadrar tus finanzas personales o de asegurarte de que tu negocio tenga un presupuesto operativo sólido, las personas exitosas tienen un plan financiero basado en los ingresos y los gastos.


Anteponer las prioridades de otras personas a las tuyas


Una cosa es ser útil y apoyar a los que te rodean cuando lo necesitan. Otra muy distinta es anteponer constantemente las prioridades de los demás a las tuyas. Las personas de éxito comprenden que tienen que invertir en sí mismas y asegurarse de no quedar constantemente en segundo lugar. Es importante que te defiendas a ti mismo y a tus prioridades.


No ser honesto contigo mismo


Parece que conocerte a ti mismo debería ser lo más fácil del mundo. Después de todo, vivimos dentro de nuestras propias mentes. Pero a veces ocultamos la verdad, incluso de nosotros mismos, porque no queremos ver la dura realidad. Las personas exitosas saben que engañarse a uno mismo no es nada bueno. Ser verdaderamente exitoso depende de tu habilidad para conocerte y aceptarte a ti mismo.


Preocuparte demasiado por las pequeñas cosas


La vida es demasiado corta para pasarla obsesionados con asuntos triviales o preocupados por todas las cosas pequeñas. Estás uno perdiendo tiempo y energía preciosos si lo único que haces es concentrarte en las pequeñas cosas y no ver los problemas más importantes que tienes justo delante. Las personas de éxito se centran en lo que su negocio hace mejor, y trabajan para hacer crecer esos hábitos.


Actualidad Laboral / Con información de Ihodl