La idea de la productividad ha dominado la conversación empresarial desde hace varios años, abarcando desde la eficiencia de la empresa hasta las tareas individuales de los empleados.


En este sentido, han existido varias metodologías, tácticas y herramientas recomendadas por la revista Harvard Business Review que podrían resultar de utilidad. Estas son algunas:


Una lista “cuello de botella”


Hacer una sola cosa a la vez es la esencia de esta idea, ordenando las tareas pendientes en el orden que se prefiera, pero siempre priorizando finalizar una antes de pasar a la siguiente. Ideal para la gente que se distrae con facilidad.


Una aplicación de gestión de tareas


Existe una infinidad de herramientas digitales con las cuales se pueden realizar tablas, listas y filtros con los cuales se pueden ordenar todos los objetivos del día o de la semana en orden de importancia, urgencia o categoría.


Calendarios


A veces, las estrategias más simples son las más efectivas. Tener claro todo lo que se quiere tener terminado para cuando termine el día puede ser la forma ideal de organización, con lo que lo único que le falta es poner una hora límite al cabo de la cual deberíamos tener todo hecho.


Método de las tres listas


El problema de las listas individuales es que es difícil priorizar, razón por la cual tendemos a completar las cosas más fáciles o urgentes primero y dejamos de lado lo que requiere un esfuerzo sostenido a lo largo de un plazo más largo de tiempo.


Si hacemos una con las cosas importantes, pero no urgentes, otra con las cosas que se deben terminar ese mismo día y una última para las cosas que llevan mucho tiempo pendientes, será más fácil decidir qué hacer.


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