Resulta casi imposible vivir sin estrés. Entre trabajo, familia, compromisos sociales y situaciones económicas, parece que todo y todos se enfrentan constantemente por acaparar el tiempo personal, lo que lleva a experimentar fatiga, ansiedad, y de persistir, a padecer burnout, un síndrome cada vez más recurrente y preocupante relacionado con el agotamiento extremo.
Y entre las responsabilidades, es el trabajo el que suele ocupar una gran parte de la energía mental y las actividades diarias, por lo que aprender a prevenir el estrés relacionado con este.
Nora Taboada, coach ejecutiva y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, habla más respecto a los peligros del estrés laboral y cómo prevenirlos.
“El estrés laboral tiene repercusiones muy graves tanto para los trabajadores como las empresas; para estas últimas, el estrés laboral les cuesta incremento de accidentes laborales, absentismo, baja de productividad, aumento de conflictos, desmotivación, errores en el liderazgo y comunicación, entre otros”, indicó.
Los peligros
¿Cómo prevenirlo?
Hay dos niveles, desde las empresas y otra es personal.
A las empresas
Desarrollar líderes conscientes: Esto a fin de crear un ambiente de colaboración, confianza y comunicación. Los líderes con propósito buscan ante todo el bienestar general y ven más allá de sí mismos, de manera que incitan al trabajo conjunto para la resolución de conflictos, a fin de lograr una superación y logros colectivos.
Medir el nivel de bienestar de los miembros del equipo: Existen test gratuitos, como el de AFE, que ayudan a medir esto en cada pilar fundamental de la vida, así como el nivel de desenvolvimiento o flourishing, lo que puede brindar una idea general de los aspectos más urgentes a resolver dentro de la empresa.
Realizar una distribución equitativa de las responsabilidades: El concepto y la práctica de encargar más trabajo a los personas más capaces y rápidas deben quedar en el pasado, lo cual puede lograrse por medio del liderazgo consciente y de brindar a cada miembro del equipo las mismas oportunidades para desarrollar sus habilidades.
Establecer límites: Horarios que se respeten, días de descanso sin llamadas o mensajes “urgentes”, y vacaciones de acuerdo con la ley, es decir, sin interrupciones, son algunas de las medidas a implementar.
A los colaboradores/as
Aprender a decir no: “Muchas veces por quedar bien con el jefe o con los compañeros, decimos que sí a tareas o responsabilidades extra cuando ya tenemos las manos llenas. Aprender a decir que no es fundamental para cuidar de nuestra propia salud física y mental”, explicó Taboada. Junto al aprendizaje de decir no, se debe practicar la negociación de nuevas fechas de entrega cuando sea necesario.
Desconectar del trabajo: Es decir, no pasarse del horario laboral y tomarse en serio los días de descanso, “mejor dejar el trabajo en la oficina; sobrecargarse y presionarse para terminar suele resultar contraproducente, ya que no sólo no encontrarás la respuesta a la situación con la que lidias, sino que terminarás agotado/a y frustrado/a”, indicó la fundadora de AFE.
Desarrollar otras habilidades: Aprovechar el tiempo libre para cuidar de uno mismo, cultivar pasatiempos y fortalecer relaciones a fin de liberarse del estrés. También se recomienda practicar actividad física y otras actividades que permitan entrar en estado de “flow” (o estado de flujo), que se caracteriza por vivir un involucramiento emocional intenso mientras se realizan estas tareas, lo que hace que se olvide incluso el paso del tiempo.
Vivir con coherencia: Es decir, lograr un entendimiento de la propia vida, de cuáles son los valores personales fundamentales, y fundirlos con las metas y creencias para crear un “todo armonioso”.
Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios