15-03-2024

Las democracias y las economías de mercado abierto tienen la promesa de justicia e igualdad de oportunidades. Por lo tanto, es fundamental comprender las percepciones de los ciudadanos sobre el papel de las instituciones democráticas y los actores del mercado para proporcionar a todos las mismas oportunidades de tener éxito en la vida para ayudar a garantizar que se diseñen e implementen las políticas correctas.


Nuevos datos recopilados en 27 países de la OCDE con el apoyo de Amundi revelan una preocupación generalizada por el nivel actual de desigualdad económica y la percepción de falta de oportunidades en la sociedad. Casi el 80 % de los encuestados cree que la desigualdad económica debería reducirse o que se debería hacer más para garantizar la igualdad de oportunidades.


La mayoría de los encuestados (60 %, en promedio) cree que el trabajo duro es esencial o muy importante para determinar la posición social de una persona. Sin embargo, de esta mayoría, solo una quinta parte cree que el trabajo duro es el único factor para el éxito.


Los factores socioeconómicos, como haber nacido en el país en el que resides o tener padres bien educados, son percibidos como determinantes clave del éxito por hasta el 43 % de los encuestados. Del mismo modo, las características individuales, como la etnia, el sexo o la religión, se consideran factores esenciales o muy importantes para hasta uno de cada cuatro de los encuestados.


La gran mayoría considera que otras circunstancias que escapan al control de una persona son igual o incluso más importantes para salir adelante en la vida.


Las circunstancias que escapan al control de las personas se perciben como más importantes para dar forma a los resultados negativos que a los positivos. El 80 % de los encuestados cree que los bajos ingresos son el resultado, al menos en parte, de la mala suerte, mientras que el 67 % cree que los que ganan más tuvieron suerte.


Si bien la mayoría de las personas comparten la opinión de que las desigualdades son preocupantes, las opiniones sobre las soluciones difieren. El análisis muestra que las personas son las que más apoyan las acciones que limitan directamente las disparidades del mercado, como la introducción o el fortalecimiento del salario mínimo (52 %), y las opciones políticas centradas en la igualdad de oportunidades, como la mejora de la igualdad de acceso a la educación (46 %).


Menos del 40% de los encuestados estaría dispuesto a apoyar nuevas medidas redistributivas. Además, dos tercios de los encuestados creen que el sector privado puede desempeñar un papel importante en la reducción de la desigualdad de ingresos y en la mejora de la igualdad de oportunidades mediante el pago de salarios justos a sus trabajadores peor pagados.


Más del 40 % cree que el sector privado debería abordar las desigualdades salariales y crear puestos de trabajo, y el 30 % cree que el sector privado debería invertir en la formación de la mano de obra.


Actualidad Laboral / Con información de Revista EyN