18-10-2016
 

Cada día más y más personas refugiadas llegan a la Unión Europea con la intención de encontrar una salida a la difícil situación que viven en sus países. En suelo europeo, tienen la difícil tarea de iniciar una nueva vida lejos de sus raíces e integrarse en una cultura totalmente diferente. Una integración social que, según los expertos, no se puede producir sin que exista antes una entrada en el mercado laboral. Y en este punto, Europa falla.

Un informe de la Fundación Bertelsmann en Alemania así lo revela. Pese a existir diferentes políticas de integración laboral entre los nueve países analizados (Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España, Suecia y Reino Unido), en todos ellos las personas refugiadas encuentran dificultades para entrar en el mundo del trabajo. En Francia y Reino Unido, los solicitantes de asilo llegan a esperar un año o más para conseguir un empleo. En gobiernos liberales como España, en cambio, sobre el papel tienen derecho a trabajo seis meses después de enviar su solicitud, pero las exigencias administrativas alargan más tiempo este proceso.

Los porcentajes de refugiados que se hallan en paro en cada uno de estos países demuestran la situación en la que se encuentran. España encabeza la lista con un 59,4% de paro entre sus refugiados, seguida por Finlandia con un 56,6% y Bélgica con un 52,9%, mientras que Suiza, que es el país en el que más refugiados han encontrado puesto de trabajo, tiene un 21,9% de desempleo entre sus reclamantes de asilo.

Pese a las altas tasas de paro, el número de refugiados que llegan a suelo europeo se multiplica cada año. En 2015 llegaron un total de 1,3 millones de solicitantes de asilo, el doble que en 2014, más del triple que en 2013 y más que en los últimos 70 años. Estos datos revelan que Europa se encuentra ante uno de sus mayores y crecientes retos en los últimos años, y que debe solventarlo con la mayor rapidez posible.

Una de las conclusiones del informe es que pese a las diferencias a nivel social, laboral y estructurales, en todos y cada uno de los nueve países analizados existen problemas y dificultades similares para conseguir una inserción laboral de los refugiados en su mercado de trabajo. Según el estudio, la cooperación y el aprendizaje mutuo entre los diferentes países de la Unión Europea será necesaria para conseguir disminuir los problemas con los que se encuentran los refugiados para entrar en el mercado laboral.

La publicación realizada por Bertelsmann propone también analizar las diferentes políticas y medidas adoptadas por cada uno de los países miembros, para así identificar cuáles de ellas han dado resultados más positivos e implementarlas en cada uno de los diferentes estados miembros.

Hay diferentes puntos que el informe especifica para conseguir mejorar la inserción laboral de los refugiados. Una de las propuestas es hacer coincidir el país destino de los refugiados con aquellas regiones en las que se necesitan trabajadores para su profesión, en vez de distribuir a los refugiados según el tamaño, población y tasa de paro de cada país.

Otra de las conclusiones, tras el análisis de los problemas surgidos en los nueve países estudiados, es que en la mayoría de los casos existen grandes problemas para articular políticas comunes a nivel regional, local y estatal. A la vez, un proceso de integración laboral necesita de la intervención de actores locales de manera constante, por lo que uno de los retos que según el estudio hay que afrontar es la creación de unas políticas comunes coherentes, para lo que proponen la intervención de un gobierno con diferentes niveles de acción a nivel regional, local y estatal.

Además de estos, Bertelsmann informa de la necesidades de la Unión Europea de mejorar en la sobresaturación que produce la entrada de nuevos ciudadanos en los servicios públicos, la toma de datos sobre los refugiados a nivel individual y grupal, y la creación de estrategias de integración específicas según los niveles socioculturales de cada persona.

Actualidad Laboral / Con información de Educaweb