Mientras los ciudadanos europeos están en el periodo de la relajación gradual de las restricciones impuestas por causa del coronavirus, los hospitales ya se están preparando para la siguiente oleada de infecciones.
Algunos especialistas en las unidades de cuidados intensivos están tratando de que se contrate más personal de forma permanente. Otros abogan por la creación de un “ejército” de profesionales médicos de reserva listos para ser desplegados donde sea necesario para asistir a pacientes gravemente enfermos.
Los distintos países europeos han estado impartiendo cursos intensivos a su personal sanitario sobre cómo tratar a los pacientes de COVID-19. Ahora se están planteando darle nueva formación para evitar la escasez de trabajadores clave en caso de que se produzca una segunda oleada del nuevo coronavirus.
“Necesitamos un ejército sanitario”, dijo Maurizio Cecconi, presidente electo de la Sociedad Europea de Medicina de Cuidados Intensivos (ESICM, por sus siglas en inglés), que reúne a médicos de todo el mundo que trabajan con enfermos de extrema gravedad.
Cecconi, quien dirige la unidad de cuidados intensivos del hospital Humanitas de Milán, sostiene que el personal médico debe ser más flexible en el trabajo que realiza y tener una mayor movilidad.
“Si hay otra gran oleada, debemos estar preparados para desplegar médicos y enfermeras de las regiones cercanas dentro de Italia. Esto no ocurrió mucho en la primera oleada”, dijo a Reuters.
Muchos países se vieron sorprendidos en marzo y abril por la pandemia de COVID-19 ante la falta de preparación para hacerla frente, viéndose urgidos a capacitar precipitadamente a sus médicos para trabajar con pacientes que presentaban casos graves de la enfermedad, así como a aumentar el número de sus profesionales y a reemplazar quienes enfermaron.
Algunos países recurrieron a estudiantes de medicina y médicos jubilados para ayudar en las salas de cuidados intensivos, ya que el personal de sus hospitales se vio sobrepasado por la pandemia. Los países más afectados tuvieron que suministrar más camas y equipo esencial para sus unidades de cuidados intensivos, y algunos como España incluso llegaron a improvisar hospitales de campaña en las regiones más afectadas.
Pero los problemas y la escasez persisten. Italia, por ejemplo, podría necesitar aumentar en torno a un 50% su número de anestesistas, expertos en reanimación y otros especialistas médicos que trabajan en las unidades de cuidados intensivos, según la asociación italiana SIAARTI.
Actualidad laboral / Con información de Reuters