Uno de cada diez ocupados en España está subempleado. Esto significa que a esos trabajadores les gustaría estar ocupados durante más horas, de las que recoge su jornada laboral. En concreto, la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al cuarto trimestre de 2019, indica que hay 1,8 millones de trabajadores subempleados (el 9% del total). Esos son aquellos que, deben trabajar menos horas y realizar empleos con un nivel de calificación inferior al que tienen, u ocuparse en unidades económicas menos productivas.
De todos ellos, seis de cada diez son mujeres y casi la práctica totalidad tiene un empleo en alguna actividad del sector servicios; mientras que es muy residual la cantidad de ocupados de la agricultura, la industria o la construcción afectados por el subempleo. Si se desciende más al detalle, los trabajadores de los servicios de restauración, los de atención personal, seguridad o vendedores y aquellos empleados en ocupaciones elementales (que no requieren cualificación), son las profesiones que más ocupados subempleados tenían al final del año pasado.
El colectivo de trabajadores más afectados por esta situación son los que tienen un mayor grado de formación. Así, un tercio de quienes les gustaría trabajar más horas son titulados superiores.
Igualmente, el grupo de edades con mayor presencia en este colectivo, es el de ocupados de entre 34 y 54 años. Si bien, aunque pudiera parecer que esta circunstancia podría afectar más a los trabajadores temporales, esto no es así, ya que existe la misma cantidad de ocupados con contrato fijo que se declaran subempleados (846.000) que eventuales (846.200).
La subocupación es un indicador de la salud de un mercado laboral. En el caso de España, las cifras reflejan una mejora de su calidad ya que al inicio de la recuperación económica en 2014, el subempleo afectaba al 14% de los ocupados, cinco puntos más que en la actualidad. En esta línea, para el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, este descenso de la subocupación, junto a la tendencia de aumento de las jornadas completas y el mayor crecimiento de los asalariados, son las pruebas más evidentes de la mejora de la calidad del nuevo empleo que se está creando.
Actualidad Laboral / Con información de Cinco Días