Cada persona lidia con distintas situaciones o distintos factores que aportan la felicidad a su vida. Al no haber un molde fijo, cada persona tiene una perspectiva diferente sobre dicha felicidad, por ello es difícil concluir una solución a la clave de la felicidad. La clave de dicha felicidad está en cada una de las personas. Muchas personas valoran las experiencias por encima de las pertenencias, mientras para otros es justo al revés. Para otras personas, la gratitud y el ser feliz con menos es la clave de la felicidad, por ello encuentran un gran aliado en el minimalismo.
El éxito aporta felicidad, pero no el éxito en el sentido monetario o laboral (que también.) Superarnos a nosotros mismos, realizar con éxito tareas que ayudarán a mejorar el mundo, o simplemente ayudarán de una forma u otra a nuestros seres queridos, ese tipo de éxito es el que indudablemente aporta felicidad inmediata. Aprendemos quiénes somos debido a las experiencias que vamos superando, a todas las batallas que vamos conquistando al final de cada día. Vamos realizando nuestras tareas cada día, cumpliendo las fechas de entrega. Se puede decir que somos personas de éxito, pero no se puede afirmar que somos personas felices.
No estamos realizando todo aquello que nos hace vibrar, estamos realizando todo lo que se espera de nosotros, sin más. En muchas ocasiones, no tiene nada que ver con el hecho de ser infelices en el trabajo. Tu trabajo puede apasionarte como tal, pero si en cierto momento has perdido el rumbo, y estás viendo tu trabajo desde otra perspectiva (la monetaria) tu vida se llenará de preocupaciones y olvidarás todo lo que te apasionaba en un principio. Esto es algo que no deberías permitir, ya que es la diferencia entre el todo y el nada.
Por ello, si nunca te lo habías planteado, quizás haya llegado el momento de pensar si tu éxito te convierte en una persona feliz o si no lo hace en absoluto. También puede que haya llegado el momento de pensar en las cosas que te hacen vibrar, que te hacen sentirte realizado y te aportan unas ganas de vivir inmensas, casi astronómicas. Pensar en todo esto no te ocupará mucho tiempo, seguramente te sacará una gran sonrisa y te brindará experiencias futuras que te harán ser una persona más feliz y más exitosa. El verdadero éxito en la vida, al fin y al cabo, es lograr ser felices.
Actualidad Laboral / Con información de Forbes