16-12-2015
Este miércoles se espera la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre los cambios de la política monetaria. Según un trabajo publicado por Reuters, los mercados mostraron el martes un escenario positivo ante el giro potencialmente histórico de la Fed. Los índices bursátiles en Wall Street subieron alrededor del 1%, el rendimiento de los bonos avanzó y los analistas dijeron que, tras semanas de preparativos, una decisión sorpresiva de no subir las tasas sería la elección más perjudicial.

"Dada la fortaleza de las señales que se han enviado se destruiría la credibilidad en caso de no hacerlo", dijo el ex secretario del Tesoro Larry Summers, un escéptico de la necesidad de subir las tasas en este momento, en comentarios publicados el martes en su sitio de internet.

Un incremento de los tipos separará a la Fed de los grandes bancos centrales en Tokio, Fráncfort, Pekín y otros lugares donde se lucha para estimular sus economías y generar crecimiento.

A pesar del incremento inicial esperado para el miércoles, la política monetaria en Estados Unidos seguirá siendo muy expansiva y funcionarios de la Fed han señalado que actuarán con cautela en adelante.

Los mercados y analistas se enfocarán en el lenguaje exacto que la Fed usará en su comunicado para justificar el alza de las tasas y describir cómo evaluará el momento de un segundo incremento y medidas posteriores.

Hasta septiembre, los funcionarios del banco central esperaban tal vez cuatro aumentos en los tipos de interés el próximo año.

La Fed tendrá que demostrar que una nueva serie de herramientas para gestionar las tasas de interés funcionará como se espera, ver cómo los mayores tipos afectan las condiciones financieras locales y globales, y esperar que la débil demanda mundial y los precios de las materias primas no lleven a un período general de deflación y tenga que revertir el curso.

Para ser considerado un éxito, la Fed necesita que un incremento en los fondos federales sea seguido de un continuo crecimiento económico de Estados Unidos el próximo año, un bajo desempleo, y, tal vez, lo más complicado, una aceleración de la inflación.

Actualidad Laboral / Informe de Reuters