14-03-2016
La Reserva Federal de Estados Unidos no elevará las tasas de interés esta semana, pero probablemente dejará en claro que mientras la inflación y los empleos continúen mejorando, la debilidad económica internacional no impedirá que las tasas suban pronto.
Eso sería un cambio importante desde la última vez que se reunió la Fed, cuando la incertidumbre sobre el impacto de un menor crecimiento en China y Europa llevó a los funcionarios a indicar que no harían modificaciones hasta poder determinar de manera más precisa el panorama.
Eso a su vez fue un cambio con respecto a un mes antes, cuando la Fed subió las tasas por primera vez en casi una década y parecía lista para actuar cuatro veces más este año.
Esta semana, las nuevas proyecciones de los 17 funcionarios de la Fed que se anunciarán luego de su encuentro casi con seguridad indicarán un retroceso desde ese ritmo, a quizás dos o tres subidas de tasas este año, según predicen los economistas y algo que los propios responsables de la Fed también han sugerido.
Pero la prevista rebaja probablemente refleje el impacto de la caída del petróleo y las acciones en enero y la decisión que tomó entonces la Fed, de no modificar su política, más que las crecientes preocupaciones acerca del panorama de Estados Unidos e internacional.
De hecho, desde el último encuentro de la Fed, la inflación estadounidense mostró señales de estabilización. Una lectura que publica la Fed de Dallas subió a 1,9%, su nivel más cercano a la meta oficial de 2% en dos años y medio.
En tanto, la tasa de desempleo estadounidense quedó en 4,9% en febrero, cerca del nivel que muchos funcionarios de la Fed creen que representa el pleno empleo.
Actualidad Laboral / Información de Reuters