Más de 70% de las economías del planeta reportaron en abril una nueva subida en la inflación según el monitoreo de Trading Economics, y mientras para el Fondo Monetario Internacional se promedia que el IPC global sea de 7,4%, en el Foro Económico Mundial dicen que “estamos en una crisis inflacionaria” por primera vez en más de cuatro décadas.
Pero por lo menos en Davos no todo son malas noticias, la primera jornada del FEM (WEF por sus siglas en inglés) mostró que los economistas del Foro sí creen en que la presión por el costo de vida seguirá durante lo corrido del año, pero el segundo semestre será el encargado de mostrar las primeras señales de recuperación. El economista jefe de UBS, Paul Donovan, explicó en el evento que en Estados Unidos ya se llegó al punto máximo, y ahora empezará la fase de estabilización; con más demoras en Asia y Europa.
Cuando se le pregunta si la inflación ha tocado techo, dice que depende de dónde se encuentre. “En EE.UU., creo que la inflación probablemente alcanzó su punto máximo en marzo. En el Reino Unido, será un poco más tarde y en Europa, será aún después. La dirección de la inflación en la segunda mitad de este año, creo que será a la baja”, explicó.
El informe de apertura del Foro detalló que la subida de precios ahora está impulsada por los costos de los alimentos y la energía, a raíz de la pandemia del covid-19, mientras que “el IPC se ha visto exacerbado por la invasión rusa de Ucrania. El índice mensual de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que rastrea los precios de los productos alimenticios comercializados a nivel mundial, informó un aumento del 12,6% entre febrero y marzo para alcanzar el nivel más alto desde su creación en 1990”.
Por qué la pausa
El punto que resaltan en Davos es que hay tres razones por las que creen que sí habrá una pausa en la subida de la inflación. En primer lugar está la disminución de la demanda: “Muchas de las áreas donde los precios estaban subiendo el año pasado debido a una demanda extraordinaria, ahora están viendo bajar la tasa de inflación. En algunos casos, incluso se ha vuelto negativa. Esto sucederá con más bienes hasta fin de año. A medida que la demanda extraordinaria se desvanezca, los precios extraordinarios también lo harán”, dice Donovan.
El segundo punto es los “efectos base”. En Davos consideran que la forma más común en que se cotiza la inflación es el cambio de precio año tras año. “Eso significa que la tasa de inflación anualmente que siempre citamos no solo nos dice los precios de hoy, sino también los precios de hace un año. Entonces, lo que decimos en marzo de este año se compara con los precios en una economía normal en marzo de 2022, con los precios en una economía bloqueada en marzo de 2021. Por supuesto, si está comparando lo normal con el bloqueo, habrá un cambio en los precios, que va a ser bastante considerable a lo largo de este año” dice el informe.
Los economistas en el Foro ven que para junio, “estaremos comparando, al menos en los estados, una economía normal en junio de 2022 con una economía normal en junio de 2021”. Y el cambio de precio obviamente será menos dramático en ese punto. Eso reducirá la tasa de inflación interanual.
El tercer punto es el “espiral de costo salarial a precio”. Aclaran que hoy no se está viendo que los costos salariales (a diferencia de los salarios per se) aumenten realmente de manera inflacionaria en este momento. Los salarios representan alrededor del 70% de la inflación en una economía desarrollada. La distinción entre costes salariales y nóminas es una distinción importante. “Si a las personas se les paga más dinero porque trabajan más duro, eso no es inflacionario. En la mayoría de las economías, las personas trabajan más duro. En general, en las desarrolladas, la producción económica, el PIB está por encima de los niveles previos a la pandemia”, dicen.
Lo mejor que pueden hacer los gobiernos, dice Donovan, es nada. “En la medida en que realmente no pueden cambiar el precio del petróleo, los banqueros centrales no pueden transar repentinamente el precio del trigo y otras materias primas”. Parte de la historia de la inflación de precios ya está disminuyendo naturalmente, y otros factores como el impacto de la guerra de Ucrania en los precios de los alimentos y el combustible están más allá del alcance de la influencia de la mayoría de los administraciones públicas, según explicaron.
Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios