La grave sequía que azota a Filipinas ya ha provocado pérdidas en la agricultura por 7,8 millones de euros en lo que va de año y, la producción ha retrocedido en 23 toneladas métricas respecto al mismo periodo del año anterior. En total, 13.679 hectáreas de terreno agrícola se han visto afectadas por la sequía, de las que viven directamente unos 16.000 agricultores, fundamentalmente en la isla sureña de Mindanao, informó ayer el Departamento de Agricultura. Más del 80 % de los terrenos afectados corresponden a cultivos de arroz, el alimento básico en la dieta de los filipinos.
Para mitigar el impacto de la falta de lluvias, el departamento comenzará este fin de semana operaciones de siembra de nubes, para inducir lluvia artificial en las provincias de Cagayan e Isabela, en el norte del país. Para esas operaciones, se han liberado unos 307.000 euros del fondo de emergencias a las oficinas regionales Agricultura y a la Fuerza Aérea, ya que cada operación de siembra de nubes cuesta unos 33.500 euros.
En las próximas semanas, también está previsto desarrollar esas operaciones en provincias del sur del país afectadas por la sequía, como Misamis, Mindanao central o Zamboanga.
Los efectos adversos por la falta de precipitaciones en Filipinas se prolongarán hasta mayo por el empeoramiento del fenómeno de El Niño, alertó el director del Consejo Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, Ricardo Jalad. A finales de marzo, según Jalad, 41 de las 79 provincias filipinas sufrirán sequía severa, es decir, que llevarán tres meses consecutivos recibiendo lluvia por debajo de la media.
Para abril, cuando se espera que el efecto de El Niño sea peor, serán ya 42 provincias en esa situación y 22 con escasez de agua. Se prevé que las condiciones mejoren con la llegada de la temporada de lluvias en junio, cuando se aguarda que solo 20 provincias padezcan sequía.
Los efectos de la sequía también se sienten en áreas urbanas, especialmente en la superpoblada Manila, donde más de 1,2 millones de viviendas sufren cortes de agua de hasta 20 horas, según la concesionaria de abastecimiento de líquido en la capital, Manila Water.
Actualidad Laboral / Con información de Unión Radio