Los contratos denominados "zero hours", usados en el sistema laboral británico y que se caracterizan por la flexibilidad que aportan a la hora de contratar temporalmente a profesionales autónomos y personal de urgencias, desaparecerán del mercado laboral neozelandés a partir del próximo 1 de abril.

El encargado de comunicar la decisión, tomada por unanimidad por el Parlamento nacional del país, fue su ministro de Trabajo, Michael Woodhouse, quien, tal y como se hace eco el New Zealand Herald, subrayó que esta nueva decisión "promueve la creación de lugares de trabajo más justos y productivos".

En la práctica, ese tipo de contratos, que en teoría conceden igual libertad a empleado y empleador, permitían que las empresas contaran con una especie de plantilla movible a su disposición, que solamente entraba en escena cuando las necesidades de la compañía así lo requerían y que hasta entonces no incurría en gastos.

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