Mucho se ha hablado de la flexibilidad laboral y de los objetivos que aún restan por cumplir a nivel de políticas de Estado para alcanzar la tan anhelada conciliación familiar. Sin embargo, un estudio elaborado por la consultora Bain & Company en Australia asegura que sus efectos no son iguales para ambos sexos.
El trabajo, denominado "El poder de la flexibilidad. Una clave para impulsar la igualdad de género y el compromiso laboral", ha incluido la opinión de 1.030 directivos australianos sobre cómo interpretan la flexibilidad laboral en sus empleos. Las conclusiones son dispares respecto a los hombres y mujeres. Mientras que ellas disfrutan de la flexibilidad laboral y opinan que tienen más posibilidades de triunfar en su trabajo, ellos (con idénticas condiciones laborales) confiesan que se sienten desanimados y con la sensación de que son juzgados por sus jefes y de que sus carreras no prosperarán.
Para realizar la encuesta, el método que ha seguido Bain & Company es incluir las respuestas de personas que disfrutan de idénticas condiciones laborales en sus respectivos empleos. La consultora ha interpretado la opinión del segmento que goza de un "trabajo flexible". Interpreta este concepto como el que permite al empleado controlar "cuándo, dónde y cómo trabaja, incluyendo trabajar desde casa o fijar sus horas de trabajo".
Los consultores les han preguntaron también si estaban conformes con este sistema, si recomendarían a otras empresas este modelo organizativo y si creían que el sistema permitía a las mujeres progresar a niveles sénior en la empresa.
Las respuestas reflejaron que los niveles de confianza y de compromiso con la empresa eran menores entre los hombres que trabajaban con flexibilidad y los que no. Asimismo, el doble de hombres que de mujeres vieron rechazadas sus solicitudes para obtener flexibilidad laboral. Al analizar el "deseo de conciliación de la vida y el trabajo como las razones por las que empleados de ambos sexos pueden prosperar en sus carreras", el 38% de las mujeres respondió afirmativamente, contra el 28% de los hombres.
Entre las respuestas más curiosas, destacan algunas de los trabajadores masculinos: "Mi jefe me dijo que no tendría ninguna promoción si trabajaba a jornada partida", o "tenía flexibilidad laboral pero me sentía juzgado por disfrutarla", apuntaron dos encuestados.
Ellas, más comprometidas con su empresa
En contraposición, las mujeres reconocen que disfrutan más de esa flexibilidad en el trabajo que sus compañeros del sexo opuesto. Ellas se muestran "más comprometidas con su empresa y se sienten más seguras a la hora de lograr promociones o ascensos", destaca Bain & Company. En sus enunciados, la consultora hace hincapié en romper un preconcepto de que las mujeres que optan por la flexibilidad laboral renuncian a progresar en sus carreras.
El resultado del estudio pone de manifiesto que a las empresas les queda mucho por hacer para conseguir establecer con eficacia un mecanismo de flexibilidad laboral que motive a los hombres. El 48% de empresas australianas tiene una política de flexibilidad y, en algunos de estos casos, aunque existe, no se utiliza eficazmente, sostiene el informe.
Entre las medidas que aún restan por concretarse, la consultora destaca que los empresarios deben impulsar la flexibilidad laboral y hacer de ella una política habitual. También, que aseguren que funciona con igual eficacia para hombres que para mujeres. Otro de los requisitos indispensables es que los directivos, desde CEO a jefes de equipo, tienen que apoyar activamente este sistema. Entre las claves, señala que deben aprovechar la tecnología para crear entornos de trabajo ágiles.
Actualidad Laboral / Con información de La Información