El crecimiento mundial para 2021 se proyecta en 5,9%, frente al 6% estimado en julio, una baja "marginal", explicó el FMI en su actualización del informe trimestral "Perspectivas de la economía mundial" (WEO en inglés).
Pero esas cifras enmascaran grandes retrocesos en algunas naciones, alertó la economista en jefe del FMI, Gita Gopinath, señalando que "las perspectivas para el grupo de países en desarrollo de bajos ingresos se han ensombrecido considerablemente debido al empeoramiento de la dinámica de la pandemia".
A la ola de infecciones de la variante delta del coronavirus se suma una tasa de vacunación marcadamente más baja en los países en desarrollo. Cerca del 58% de la población en las economías avanzadas ya está completamente inmunizada, en comparación con el 36% en las economías emergentes y menos del 5% en los países pobres, subraya el FMI, que publica sus previsiones en el marco de sus reuniones anuales con el Banco Mundial esta semana en Washington.
Otro desafío mundial son los cuellos de botella logísticos que han desincronizado las cadenas de suministro globales, lo que provocó bloqueos en los puertos, escasez de una variedad de materiales, y un aumento de los costos de exportación.
Recortes para EEUU, Brasil y México
Como resultado, el FMI redujo el pronóstico de crecimiento para 2021 para la economía más grande del mundo a 6%, frente al 7% anticipado en julio. Pero lo revisó al alza para 2022, a 5,2%, teniendo en cuenta los faraónicos proyectos de gasto previstos por el gobierno de Joe Biden, por varios billones de dólares.
Por el contrario, el Fondo revisó al alza su previsión de crecimiento para 2021 para la zona euro (+0,4 puntos, a 5%).
Pero aquí, de nuevo, las disparidades son grandes, con un aumento en su estimación de crecimiento para Francia (+0,5 puntos a 6,3%), gracias a que aceleró la vacunación de su población, y un recorte para Alemania, que sufre la escasez de semiconductores (-0,5 puntos a 3,1%).
China, la segunda potencia económica del mundo y donde comenzó la pandemia a fines de 2019, seguirá impulsando el crecimiento global (-0,1 puntos a 8%) junto con Estados Unidos e India (9,5%, incambiada), dijo el FMI.
Para Latinoamérica y el Caribe, una región muy afectada por la pandemia, el Fondo mejoró su pronóstico de crecimiento para este año (+0,5 puntos a 6,3%), tras una grave recesión registrada en 2020 (-7% frente al -3,1% a nivel mundial).
Pero recortó su proyección para Brasil y México, las dos principales economías de la región, estimando una expansión del PIB de 5,2% y 6,2%, respectivamente, en ambos casos 0,1 puntos porcentuales menos que lo pronosticado anteriormente. Para 2022, el FMI mantuvo su estimación de crecimiento global en 4,9%.
Todas estas previsiones, sin embargo, siguen siendo muy inciertas, sostuvo Gopinath, recordando que se basan en particular en un objetivo de vacunación del 40% de la población mundial para finales de este año y del 70% para el primer semestre de 2022.
Para Gopinath, es muy claro que "la pandemia no termina en ningún lado hasta que termine en todas partes". Una recesión prolongada "podría reducir el PIB mundial en un acumulado de US$5,3 billones durante los próximos cinco años", alertó.
Para la economista jefe del FMI, la mayor preocupación es la "peligrosa divergencia" en las perspectivas económicas entre los países. El PIB de las economías avanzadas debería volver a su trayectoria pre-pandemia en 2022.
Pero se espera que el PIB de los mercados emergentes y las economías en desarrollo (excluyendo a China) se mantenga un 5,5% por debajo de las previsiones previas a la pandemia en 2024, lo cual traerá "una disminución significativa en la mejora del nivel de vida" de estas poblaciones.
Además, "los precios de los alimentos han aumentado más en los países de bajos ingresos donde la inseguridad alimentaria es más aguda, aumentando la carga sobre los hogares más pobres y el riesgo de malestar social", señaló Gopinath.
Aún así, el FMI estima que la inflación volverá a niveles prepandémicos a mediados del próximo año, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes. Para la institución, la prioridad absoluta sigue siendo controlar la pandemia.
"La comunidad mundial debe redoblar sus esfuerzos para garantizar el acceso equitativo a las vacunas para todos los países, superar las dudas sobre las vacunas cuando hay un suministro adecuado y asegurar mejores perspectivas económicas para todos", concluyó Gopinath.
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