02-04-2018
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó a El Salvador no aumentar más los salarios mínimos, que luego de un incremento aplicado el año pasado oscilan entre los $200 y $300 mensuales.
Del 5 al 16 de febrero pasado, una misión del organismo visitó el país para realizar la Consulta del Artículo IV, una revisión del desempeño macroeconómico y fiscal que el FMI conduce de forma periódica –generalmente cada 12 meses– en cada uno de sus países miembros. El martes pasado, la misión publicó un informe preliminar que servirá de base para un reporte final aprobado por el Directorio Ejecutivo del Fondo.
La misión técnica reiteró varias de las recomendaciones contenidas en el informe de 2016, entre ellas no aplicar más incrementos al salario mínimo. En el documento del 27 de marzo de este año, el Fondo señala que en El Salvador “se deben evitar nuevos aumentos de los salarios mínimos” como una medida para estimular la inversión privada, mejorar el clima de negocios y crear más empleos formales.
A finales de 2016, luego de un polémico acuerdo del Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM) que incluso motivó demandas ante la Sala de lo Constitucional, se decidió aumentar hasta en 142 % la remuneración mínima que pueden pagar las empresas formales. Desde el año pasado, se pagan salarios mínimos que oscilan entre los $200 y $300 al mes.
Flexibilizar salarios
Esta no es la primera vez que el Fondo Monetario le pide al país contener los incrementos en el salario mínimo. En el reporte final de la Consulta del Artículo IV de 2016, el organismo recomendó a El Salvador mejorar la flexibilidad de los salarios y los precios, “lo que incluye limitar los aumentos del salario mínimo”.
La flexibilidad salarial implica ajustar las remuneraciones a las condiciones económicas de las empresas, de manera que en momentos de baja producción se puedan reducir y viceversa. En 2016, el FMI señaló que no debían ajustarse al alza los salarios mínimos del país “mientras no hayan datos empíricos claros que muestren un aumento de la productividad”. En ese momento, las autoridades salvadoreñas respondieron al Fondo “que es preciso buscar un equilibrio frente a la necesidad de aumentar el ingreso de las poblaciones pobres y rurales”, señala el documento.
El Banco Central de Reserva (BCR), en un estudio publicado en noviembre del año pasado sobre los impactos del aumento en el salario mínimo, aseguró que si bien los salarios reales crecieron 3.6 % y por ello los costos laborales unitarios aumentaron 2.2 %, la productividad laboral “compensó” con un crecimiento de 1.3 %.
La flexibilidad salarial no es una recomendación exclusiva para El Salvador. En plena crisis de deuda en la Unión Europea, en 2010 el FMI instó a España, Portugal y Grecia –los más afectados por los problemas presupuestarios– a reducir sus salarios para recuperar la competitividad y estimular su economía.
En el reporte preliminar de este año, el Fondo estima que el crecimiento económico salvadoreño será moderado en 2018 y 2019, pues prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 2.3 % en esos años.
Actualidad Laboral / Con información de elmundo.sv