16-04-2021

El pronóstico para la recuperación económica de este año en América Latina enfrenta riesgos derivados del reciente resurgimiento del covid-19 y la lenta implementación de las vacunas, señaló el Fondo Monetario Internacional.


La prolongación de la crisis de salud en muchos países pone en tela de juicio las perspectivas a corto plazo para la región, escribió Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, junto con otros funcionarios en una publicación de blog. El ingreso per cápita de la región no regresará a su nivel previo a la pandemia hasta 2024, lo que resulta en una disminución de 30% en relación con la tendencia anterior al virus.


Brasil recuperará su nivel de producción previo a la pandemia en 2022, junto con algunos países centroamericanos que se ven beneficiados del comercio y las remesas resultantes del estímulo fiscal de Estados Unidos. México se recuperará en 2023, mientras que las economías caribeñas dependientes del turismo serán las últimas en recuperarse, en 2024.


Perú tendrá el crecimiento más rápido de la región en 2021, con 8,5%; seguido de Chile, con 6,2%; Argentina, con 5,8%; Colombia, con 5,1%; México, con 5%; y Brasil, con 3,7%. La región crecerá 4,6%, o 0,5% más de lo previsto en enero, pero por debajo del promedio de 5,8% para los mercados emergentes, excluyendo a China, indicó el FMI en la actualización de la semana pasada de las Perspectivas de la economía mundial.


Se estima que la pobreza en la región sumó 19 millones de personas, el equivalente aproximado a toda la población de Chile o Ecuador. Se proyecta que la pandemia dejará daños duraderos debido a los cierres de escuelas, que fueron más prolongados que en otras regiones.


En promedio, los estudiantes de entre 10 y 19 años podrían esperar un ingreso 4% menor durante sus vidas si no se recuperan los días de escuela perdidos desde el inicio de la pandemia, indicó el FMI, agregando que los estudiantes en Brasil están entre los más afectados de las economías más grandes. Las pérdidas de educación empeorarán la desigualdad de ingresos y los ya bajos niveles de educación, dijo la entidad.


Los países de la región deben mantener políticas fiscales y monetarias favorables en la medida de lo posible, mientras que aquellos con presupuestos ajustados deberían volver a priorizar y destinar el gasto hacia la salud y el apoyo a los hogares. Sanar las heridas a más largo plazo requerirá cambios estructurales para mejorar el acceso a una educación y salud de alta calidad, señaló el FMI.


Actualidad Laboral / Con información de Estrategia y Negocios