Antes de ir directo a buscar las recomendaciones para integrarlas a tu organización, te dejamos esta pregunta para que al final de la lectura, te la respondas: ¿cuál es tu mayor miedo desde la perspectiva de cambio organizacional? Según Brené Brown (investigadora de la Universidad de Houston, Estados Unidos), la zona de confort es “ese lugar donde creemos tener algún control”, lo que, en el entorno de negocios actual es poco frecuente.
La incertidumbre generada por variables que dependen menos de nuestras gestiones, desafían nuestra capacidad de respuesta ágil para tomar decisiones estratégicas. ¿La respuesta ágil se relaciona con ser “intrépidos con suerte”? Dependiendo a quién le preguntemos. La respuesta puede variar, si le consultamos a una persona de la generación baby boomer (las personas nacidas entre 1946 y 1964) probablemente su respuesta sea “definitivamente sí”. Si es un centennial (personas nacidas a finales de la década de 1990 y principios de la década de 2000) emprendedor, ni siquiera tendrá en la mente el riesgo que esto implicaría.
La incertidumbre es un catalizador para despertar la creatividad en los equipos de trabajo. Para con ello, incrementar las capacidades competitivas de la organización en el mercado y por encima de sus competidores.
Se trata de confianza
Una cultura de confianza y flexible, soportada en las capacidades de cada persona y de todas en conjunto; promueve la creatividad como pilar de la innovación, tan indispensable para abordar el mundo de la “incertidumbre”. Si convertimos la confianza y flexibilidad en variables que sí podemos controlar, disminuyen los temores que surgen en diversos escenarios.
¿Quién es responsable de blindar la cultura frente a la incertidumbre? El liderazgo de la figura que modela la forma de hacer “el negocio”. Una cultura congruente, consistente y coherente con la innovación, requiere de un liderazgo dispuesto a impulsar la transformación continua. La creatividad de cada uno de los colaboradores y la multiplicidad de riesgos, inherentes a esas “cosas” que no controlo, son una forma de encontrar espacios de certidumbre.
Personas que confían entre sí y en el liderazgo, generarán soluciones fuera de la caja para superar los temores, producto de entornos con cierto grado de inestabilidad.
¿Cuál es tu mayor miedo?
Estas son algunas ideas que sirvan de partida para “ocuparse” de ellos, independientemente de cuáles sean o de dónde puedan venir:
1- Confiar: en cada integrante del equipo y en sus capacidades.
2- Comunicar: de manera objetiva los riesgos que identificas, y la confianza que tienes en que son superables como equipo.
3- Enorgullecer: las fortalezas organizacionales, de lo que les hace “especial” en el mercado, e inspirar a tu equipo de ese sentimiento de orgullo.
4- Motivar: la necesidad de co-crear y co-responsabilizarse de las oportunidades de mejora, y de las debilidades que se tienen.
5- No rendirse: Cada tropiezo visto de manera positiva, es el descubrir ese “qué no debemos hacer” y abrir las puertas a la innovación como equipo.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur