16-05-2017
Ford Motor está contemplando un recorte significativo de la plantilla global para mejorar la rentabilidad de sus operaciones y contener así la caída que está sufriendo su valoración bursátil. El ajuste podría afectar al 10% de los empleos del segundo fabricante de automóviles de Estados Unidos, lo que se podría traducir en la eliminación de unos 20.000 puestos de trabajo.
El plan de ajuste ha sido adelantado por The Wall Street Journal, sin precisar si los recortes afectarán a las fábricas que tiene en EE UU ni cómo se ejecutará a escala internacional. El diario financiero indica que se concretarán esta semana. Lo que si parece evidente es que su consejero delegado, Mark Fields, busca ahorros por la vía de la reducción de 3.000 millones de dólares en costes y preservar así la rentabilidad conforme las ventas se vayan moderando.
Ford Motor es el tercer fabricante de automóviles de EE UU en valoración bursátil, por detrás de General Motors y de Tesla. En la pasada junta general los accionistas presionaron a Fields para que revirtiera la caída. La mitad de la plantilla del grupo automotriz está localizada en su mercado doméstico. Pero un ajuste de empleo en EE UU podría desencadenar un rechazo frontal del presidente Donald Trump, como se vio antes de que tomara posesión.
Coincidiendo con la llegada de Trump a la Casa Blanca, los fabricantes anunciaron una serie de inversiones para proteger el empleo en EE UU. Pero la industria opera al máximo de la capacidad y con las ventas relajándose, especialmente en el segmento de los utilitarios más pequeños, deben ajustar las operaciones a la demanda. Eso implica que deberá reorganizar la estructura de producción global. Los despidos afectarán a empleados sin afiliación a sindicatos.
Ford Motor no confirma ni desmiente la información pero si afirma que está explorando medidas para reducir costes y se lo más eficiente posible. Ya en la última presentación de resultados el propio Fields explicó que estos ahorros son, además, necesarios para poder invertir en nuevas oportunidades en la industria, como la electrificación de los coches, el desarrollo de nuevos sistemas de conducción autónoma y los servicios de movilidad.
Las acciones de Ford Motor perdieron cerca de un 10% de su valor este año, porque estás nuevas apuestas pegarán a medio plazo un bocado a los beneficios. También buscando un mayor margen de beneficio el año pasado anunció que traslada la producción de coches pequeños a México. La compañía renunció ante la presión de Trump a construir una nueva planta al otro lado de la frontera pero la concentrará en otra ya existente.
Actualidad Laboral / Con información de El País