En el municipio Brión, ubicado al Noreste del Estado Miranda, está la población de Birongo, una comunidad distinguida por su ritmo, sus tradiciones y por la producción de cacao y chocolate de alta calidad.
Energía, entusiasmo y amabilidad se perciben en sus habitantes justo al llegar al lugar. Con esa energía y ese entusiasmo ponen de manifiesto sus aspiraciones y sus ganas de progresar, no solamente para tener una mejor fuente de ingreso, propia y formal, también para lograr una mejor calidad de vida para toda la comunidad, mediante un sistema que permita aprovechar sus bondades naturales, culturales y humanas, pero preservándolas
Algunos de estos ciudadanos, no escatiman en compartir que tienen una idea de negocio con la que han venido soñando: establecer una panadería para atender la demanda del pueblo, formalizar una ruta guiada por los lugares atractivos de Birongo para los visitantes, y consolidar una escuela de música para ocupar y preparar a los jóvenes; son algunas de esas ideas, que no sólo se han quedado en sueños porque quienes las tienen han venido trabajando para concretarlas.
Ya han empezado a elaborar estos productos y a prestar estos servicios con las herramientas y conocimientos con los que cuentan, también han decidido prepararse mejor para crecer en calidad y cantidad.
Birongo es una de las comunidades de Barlovento, en las que se adelanta el proyecto “Fortalecimiento de iniciativas para el desarrollo Económico, Social y Ambiental de los Actores que participan en el proceso productivo desde el cacao hasta el chocolate del Estado Miranda”. Este proyecto lo ha puesto en práctica la Cámara de Comercio Venezolano – Italiana (CAVENIT), con socios estratégicos como la empresa Cacao Real, la Asociación Trabajo y Persona y el Instituto de Altos Estudios de Administración (IESA), a través del programa Emprende.
El objetivo del proyecto, que cuenta con el financiamiento de la Unión Europea, es apoyar a las familias que se dedican a la producción y comercialización del cacao en esa zona del Estado Miranda, aportándoles herramientas para mejorar sus cultivos, y la comercialización de este rubro y del chocolate, aportando valor a los productos. La idea es que ésta se convierta en una tarea atractiva que genere ingresos a la familias y fortalezca el mercado local de cacao.
Este es el segundo año de desarrollo de este programa que culminará en el mes de noviembre. Daniela Martino, representante de CAVENIT y gerente del proyecto, argumenta que era una necesidad brindar herramientas para incentivar esta actividad porque los productores del rubro estaban abandonando las plantaciones. Les han brindado formación en botánica para mejorar la producción. También los han ido capacitando para emprender, con la idea de que puedan consolidar y adelantar de manera efectiva un negocio propio.
El curso de emprendimiento está a cargo del IESA. Este instituto ha llevado a estas comunidades del Estado Miranda, el programa Emprende, que suele dictar a través de Internet. Es la primera vez que el Centro de Emprendedores del IESA dicta este programa de manera presencial. “El contenido es el mismo, sólo que obviamente tenemos la limitante que no todos tienen Internet y que la conexión muchas veces es muy mala”, dice Carmen Rosa Arteaga, coordinadora del programa Emprende.
Arteaga explica que los habitantes de esas comunidades, en lugar de recibir el material de estudio en formato digital, lo reciben impreso. Otro aspecto que distingue el curso que ellos reciben es la inclusión de actividades como juegos, para acercarlos a lo que aprenderán en la teoría, que es a elaborar y a desarrollar un plan de negocio.
Profesores del IESA imparten en Birongo programa Emprende
La idea original de dictar este programa de emprendimiento a las comunidades dedicadas a producir y procesar cacao en el Estado Miranda fue orientarlos en la creación de negocios a partir de ese rubro. Sin embargo, al llegar a éstas, quienes están al frente del proyecto en general, se encontraron con personas que no sólo tienen intención de emprender en actividades relacionadas con el cacao, sino que están interesados en adquirir herramientas para emprender en distintas áreas.
“Nosotros hemos ido a Caucagua y a Río Chico, donde las escuelas de la Gobernación dan muchos cursos de oficio, entonces ellos quieren explotar ese curso, es así como hay gente que quiere (emprender en el área de) peluquería porque ha hecho el curso de peluquería, gente que quiere artesanía porque ha hecho el curso de artesanía, gente que ha hecho el curso de repostería, entonces quiere tortas… y así vas consiguiendo distintas ideas de negocio”, dice la coordinadora de programas del IESA.
El Centro de Emprendedores de este instituto ya ha entregado 171 certificados de capacitación a habitantes de las distintas comunidades en las que ha impartido el curso.
Actualmente se encuentran capacitando a habitantes de las comunidades de Birongo y de Ocumare. Semanalmente profesores del IESA acuden a dictar los distintos módulos del programa.
El 5 de agosto en Birongo, por ejemplo, se dictó una clase en la que los estudiantes identificaron en grupos, las oportunidades de negocio que ofrece esa comunidad y compartieron ideas acerca de cómo aprovecharlas.
También participaron en una actividad llamada “El Juego del Cacao”, que consiste en desempeñar distintos roles en el mercado de producción y comercialización de este rubro. La dinámica permitió identificar de manera amena las habilidades y destrezas de algunos de los jugadores y los errores en los que suele incurrirse en el proceso.
En el programa que se adelanta en esta comunidad participan personas de distintas edades. Algunos ya tienen clara la idea de negocio que quieren formalizar. Otros están tratando de identificarla. Es el caso de Erika Mendoza, quien de desempeñaba como enfermera y actualmente está jubilada. Relata que su familia es una de las fundadoras del pueblo y allí cuentan con una casa que era de su abuela y tiene bastante tiempo desocupada. Esto la llevó a mudarse de Caracas a Birongo y actualmente analiza la idea de ubicar allí una posada o un consultorio para atender las necesidades de la población allí residenciada.
Erika Mendoza - Enfermera Jubilada
Tanto la gerente del proyecto que adelanta la Cámara de Comercio Venezolano –Italiana, como los profesores del Centro de Emprendedores del IESA, destacan el entusiasmo y las ganas de aprender que ponen de manifiesto buena parte de quienes se han iniciado en estos programas de formación “A las personas en estas comunidades provoca ayudarlas”, dice Carmen Arteaga.
Daniela Martino asegura que desde el inicio de este programa más de 1.000 personas han sido capacitadas en distintas áreas por las organizaciones que participan en el mismo, y que aproximadamente 3.000 personas se han beneficiado. “La idea de nosotros, del proyecto, no es solamente el tema del cacao, sino también aprender a hacer otro tipo de oficio para que te ayude a tener una calidad de vida diferente”, dice.
De emprendedores a empresarios…
Birongo también es distinguido por contar con una fábrica de chocolate: “La Flor de Birongo”, así se llama. La atienden y administran 12 socios quienes están a cargo de todo el proceso. Sus operaciones se iniciaron hace casi 15 años en unas instalaciones proporcionadas por la Fundación Polar. Actualmente producen 1.500 tabletas diarias de chocolate que es distribuido en algunas ciudades del país y por venezolanos que lo comparten con amigos de otros países al viajar.
Mercedes Zamora una de las socias de esta empresa destaca que ésta ha tenido mucho éxito y que el secreto ha sido: “Sacar todo el chocolate de buena calidad, para un público de calidad”
La señora Mercedes participa en el programa de formación que se adelanta actualmente en Birongo. Dice que los conocimientos que adquiere los comparte con otros compañeros de la fábrica y su intención es hacerlos llegar a otros miembros de la comunidad en general. “La meta mía es seguir y tratar de enseñar a los demás”, dice.
Fábrica de Chocolates La Flor de Birongo
Mercedes Zamora - Socia Fábrica La Flor de Birongo
Actualidad Laboral/Jessica Morales