La justicia francesa condenó este miércoles al banco suizo UBS a pagar una multa de 3.700 millones de euros (4.200 millones de dólares), una suma récord en Francia, en un caso de fraude fiscal. El primer banco privado del mundo fue condenado por ayudar a sus clientes franceses a esconder miles de millones de euros, a las autoridades fiscales del país. Los abogados del banco anunciaron que recurrirían la sentencia.
"UBS rechaza vigorosamente este fallo. El banco refutó constantemente cualquier infracción en este caso (...). La condena no se basa en ninguna prueba concreta", dijo UBS en un comunicado tras la sentencia.
El juicio empezó a finales del año pasado, tras siete años de investigaciones que empezaron cuando un ex empleado denunció presuntas ilegalidades. El inicio de la investigación coincidió con una ofensiva de las autoridades europeas contra la evasión fiscal y ciertas prácticas bancarias, tras la crisis financiera global de 2008. La presión llevó a Suiza a renunciar a su secreto bancario y a unirse a los más de 90 países que acordaron compartir automáticamente sus datos bancarios entre ellos.
En el caso de UBS, las autoridades francesas determinaron que el banco había escondido más de 10.000 millones de euros al control del fisco entre 2004 y 2012. La fiscalía financiera francesa (PNF) afirmó que el banco y sus dirigentes "estaban perfectamente al corriente, que estaban incumpliendo la ley francesa" buscando clientes y ayudándoles a evadir impuestos. La filial de UBS en Francia fue multada por su parte a 15 millones de euros por complicidad en los hechos.
El tribunal también atribuyó al Estado francés, uno de los demandantes, una suma de 800 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. "La notoriedad mundial de la estructura bancaria utilizada y sus buenos conocimientos, le permitieron dañar la confianza que debe regir todas las relaciones de competencia internacional", dijo la presidenta del tribunal.
El ente judicial consideró que el grupo suizo había mandado ilegalmente a sus agentes comerciales a Francia, para seleccionar a ricos clientes que localizaban en recepciones, cacerías o eventos deportivos, y convencerles luego de abrir cuentas no declaradas en Suiza. Para esconder las transacciones de capitales entre los dos países, el banco creó una doble contabilidad, según la justicia francesa. Unos documentos que intentó destruir, según la acusación, y de los que solo se encontró un ejemplar.
La sanción es la más importante dictada por la justicia francesa en un caso de evasión fiscal. Según distintas estimaciones, en Francia, todavía hay entre 60 y 100 millones de euros que escapan cada año al fisco a causa del fraude.
En otros casos UBS había decidido negociar, como en Estados Unidos, donde el banco estaba acusado de permitir a más de 17.000 ricos clientes estadounidenses escapar a las autoridades fiscales. Finalmente UBS pagó en 2009 una multa de 780 millones de dólares. Más recientemente, en enero de 2018, UBS pagó 15 millones de dólares a las autoridades estadounidenses para evitar una persecución penal en un caso de manipulación del mercado de metales preciosos.
Actualidad Laboral / Con información de AFP