A partir de la próxima semana, la empresa automotriz General Motors -GM- suspenderá la producción en una fábrica estadounidense en Kansas, otra en la provincia canadiense de Ontario y una tercera en San Luis Potosí, México, mientras que una planta en Corea del Sur funcionará a la mitad de su capacidad.
El anuncio es el último impacto de una crisis de suministro global de semiconductores que se debió en parte a la enorme demanda de chips para consolas de juegos y otros productos electrónicos de consumo durante la pandemia de coronavirus.
GM describió el abastecimiento actual de chips como "muy fluido" y agregó que a pesar de los esfuerzos para mitigar las consecuencias, "la escasez de semiconductores afectará la producción de GM en 2021", indicó en un comunicado de prensa.
El personal sindicalizado de las plantas de GM en Estados Unidos y Canadá continuará recibiendo los beneficios garantizados por sus contratos, generalmente alrededor del 75% de su salario, dijo a AFP un portavoz de GM.
IHS Markit explicó en una nota publicada en enero que la mayor interrupción debido a la escasez de suministro se produjo en China continental, donde la producción de vehículos podría caer en 250.000 unidades en el primer trimestre.
Europa podría perder unas 100.000 unidades en el trimestre, y también se sentirá el efecto en América del Norte, Japón e India, dijo IHS.
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