La administración de Maduro ha dado un giro abrupto en el acercamiento con Washington y sus opositores internos en las últimas semanas y EE.UU. ha dicho que la reversión de las sanciones petroleras expirará en abril a menos que se permita al candidato de la oposición competir en las elecciones presidenciales de este año.
El revés afectará a la capacidad de gasto del gobierno, planteando el dilema de cómo atraer a los votantes sin avivar la inflación.
«Dentro del gobierno lo principal es la inflación, pero necesita crear una sensación de bienestar para las elecciones», lo que requiere gasto, dijo una fuente cercana a la administración cuando se le preguntó por posibles aumentos salariales en el sector público.
Los empleados públicos ganan un promedio de 40 dólares al mes y no han recibido aumentos desde 2022, después de haberlos recibido a veces hasta tres veces al año. El gobierno de Maduro, en cambio, ha repartido bonos.
«El gobierno mantendrá la estrategia de los bonos y podría dar un aumento en mayo, aunque no será muy grande», pronosticó Asdrúbal Oliveros, economista y director de la consultora Ecoanalítica. «Las elecciones determinarán el gasto».
Aparte de los bonos, el gobierno podría distribuir más canastas alimentarias porque son menos costosas que los aumentos y no impactan tanto en los precios, dijo Tamara Herrera, directora de Síntesis Financiera.
«Si la elección es competitiva habrá más gasto, pero si no es competitiva, el gasto se restringirá y el dinero se usará para las elecciones (regionales y legislativas) de 2025», dijo Luis Vicente León, de la firma analista Datanálisis.
Actualidad Laboral / Con información de Banca y Negocios