La publicación de un nuevo manual de conducta para los empleados de Google ha generado polémica dentro de sus instalaciones; luego de numerosas protestas entre sus trabajadores y de discusiones sobre política y discriminación, que han tenido lugar en los últimos meses. Según reportes de la prensa especializada local, algunos 'Googlers' han manifestado que las nuevas reglas pretenden asustar a la planta con advertencias que buscan minimizar los debates políticos, calificándoles de "innecesarios", y prevenir la divulgación inadecuada de la información de la empresa.
El nuevo manual, revelado el viernes 23 de agosto, pide que los Googlers, como se les denomina comúnmente a los trabajadores de la firma, eviten las discusiones políticas en el lugar de trabajo; lo que algunos sectores leen como una "prohibición preocupante" frente al característico activismo interno.
Las nuevas directrices, accedidas por la prensa local describen: "Si bien compartir información e ideas con colegas ayuda a construir una comunidad, interrumpir la jornada laboral para tener un debate acalorado sobre política o una noticia reciente, no (...). Nuestra responsabilidad principal es hacer el trabajo para el que hemos sido contratados, no gastar tiempo de trabajo en debates sobre temas no laborales".
Aunque la firma asegura que se trata de reglas de convivencia que buscan promover un ambiente laboral respetuoso, con medidas, por ejemplo, como "prohibir el trolling o las declaraciones generales contra grupos de personas, que hacen que los empleados no se sientan bienvenidos". Las quejas de algunos de los trabajadores más activistas llevan meses en los medios. Según le dijo un ex googler al portal The Verge, tras años de organizarse dentro de Google, con grupos temáticos de discusiones e intereses, "las directivas están tratando de evitar que los trabajadores discutan los problemas del lugar de trabajo".
Después de algunos reportes, la firma emitió un comunicado en el que explicó que sus nuevas políticas se dirigen a buscar la confianza de los usuarios. Argumentando que, para mantener esa integridad en sus servicios, era necesario buscar pautas que apliquen a las comunicaciones laborales. "Nuestra intención no es calmar el discurso interno o limitar las preocupaciones de los usuarios de Google", dijo a The Verge un vocero.
La ola de activismo interno ha abordado temas como el contrato con el pentágono para el uso de inteligencia artificial, en colaboraciones de defensa; o la generación de un buscador de Google que acate la censura en China, conocido como proyecto Dragon Fly. Polémicas por acciones en el marco del mes del orgullo gay en junio también llevaron a varios empleados a pedirle al gigante tecnológico, una explicación mayor sobre sus decisiones. Más recientemente, existe preocupación por la colaboración de Google con las agencias de inmigración de Estados Unidos.
Actualidad Laboral / Con información de El Tiempo