El entorno económico y social del siglo XXI es tan cambiante que, según un reporte del World Economic Forum (WEF), 65% de los niños que hoy entran a la primaria trabajará en puestos laborales que aún no existen, de ahí que la habilidad de anticipar y sobre todo prepararse para los futuros requerimientos de habilidades profesionales tenga un efecto agregado desde ahora.
“Es un tema complicado incluso para los países desarrollados, no solamente para quienes estamos en vías de desarrollo, creo que está presente de manera global. hoy en día la escuela no responde al mundo que vivimos”, advirtió al respecto Silvia Singer, directora general del Museo Interactivo de Economía (Mide).
Según el estudio “The Future of Jobs” del WEF, en el que se entrevistaron a directores de oficinas de recursos humanos alrededor del mundo, el cambio de la naturaleza del trabajo (empleo flexible), la clase media en los mercados emergentes y el cambio climático son los factores demográficos y socioeconómicos que podrían afectar los empleos entre el 2015 y el 2020 y, por lo tanto, podrían complicar el panorama laboral para los pequeños de la casa en un futuro.
Asimismo, el Internet móvil, la tecnología de nube, el procesamiento de datos y los nuevos suministros y tecnologías son los factores tecnológicos que más afectarán los puestos laborales. Sin embargo, no basta conocer estas áreas, sino que serán cruciales otras habilidades relacionadas con la manera en que resolvemos los problemas y con cómo interactuamos y colaboramos con otros profesionales.
Habilidades clave para el futuro, desatendidas hoy
El reporte del WEF indica que, en promedio, en el 2020 más de un tercio de las habilidades básicas deseadas para la mayoría de las ocupaciones se compondrá de cualidades que actualmente no se consideran cruciales para el trabajo.
“La educación tiene que hacer a los niños más adaptables, flexibles, porque no importa qué tan bueno sea un sistema educativo o qué carrera estudie un niño, cuando la acabe, las fuentes de trabajo disponibles no son las que reflejan los programas escolares, además de que hay nuevas carreras para las que no se está preparado”, refirió en este sentido la directora del Mide.
Derivado de ello, según el estudio “Future Work Skills 2020”, del Institute for the Future for the University of Phoenix Research Institute, esta adaptabilidad se traduce principalmente en 10 habilidades: un razonamiento profundo, inteligencia social, pensamiento adaptativo, competencias interculturales, pensamiento computacional, nueva alfabetización mediática, transdisciplinariedad, diseño de pensar, loadmanagement cognitivo y colaboración virtual.
Estas cualidades servirían para que los niños afronten los seis principales problemas del futuro profesional.
El primero es el aumento de la esperanza de vida a nivel mundial, lo cual traería un cambio en la naturaleza de las carreras y el aprendizaje, ya que habría un envejecimiento en la población. “Las personas tendrán que reorganizar el enfoque de su carrera, la vida familiar y la educación para dar cabida a este cambio demográfico. Gradualmente la gente trabajará más allá de los 65 años, con el fin de disponer de recursos suficientes para la jubilación”, detalla el estudio.
Los adultos mayores demandarán cada vez más oportunidades, productos y servicios médicos para acomodar sus años de vejez de una manera más sana y activa, añade el documento. “A medida que se avanza hacia un mundo de estilos de vida más saludables y métodos integrales de lo que comemos, cómo trabajamos y cómo vivimos gran parte de la vida diaria y la economía mundial en su conjunto, todo será visto a través del lente de la salud”.
Otro avance que causará conflictos en un futuro cercano será el aumento de las máquinas y los sistemas inteligentes, específicamente la automatización del lugar de trabajo, ya que podría desplazar a los trabajadores humanos de las tareas rutinarias y repetitivas.
Esto no es nada menor, ya que el documento del WEF vaticina que 7.1 millones de personas perderían su trabajo como consecuencia de no poder adaptarse al veloz cambio de las nuevas tendencias en el próximo lustro, de los cuales dos tercios se concentran en funciones rutinarias de oficina como labores de archivo y administrativas; mientras áreas como la informática, matemáticas, arquitectura , ingeniería y otros campos relacionados se verían fortalecidos, contando con más empleos.
Aunado al avance tecnológico y la automatización de tareas, el tercer y cuarto punto advierten de la capacitación que debería existir en los profesionale para poder interactuar eficazmente con las máquinas o la tecnología, que sin duda alcanzarían un alto nivel de complejidad una vez que los niños de ahora alcancen la edad adulta.
Además, refiere el quinto punto del estudio, la tecnología está creando organizaciones superestructuradas que requieren de conocimientos cada vez más especializados; mientras que la globalización (sexto punto) hace que el mercado laboral sea cada vez más competitivo, debido a que los reclutadores tienen mayores abanicos de posibilidad en cuanto a la elección de personal.
La importancia de invertir en el capital humano
Ante los retos que los niños enfrentarán en un futuro no tan lejano, Singer recomienda que los padres comiencen a enseñarles a sus hijos la importancia de invertir en sí mismos como capital humano.
“Es un gran reto que los jóvenes entiendan que deben invertir en sus personas para tener vidas con un mayor nivel de bienestar. Creo que si los niños hoy pueden hablar de dinero con sus padres y participar de una manera activa en la planificación financiera de la familia, estarán ejercitando esas competencias que requerirán en el futuro”, dijo.
Espada y escudo para el futuro
Las siguientes habilidades son las que se prevén como requisitos para afrontar el panorama profesional en el futuro de los pequeños:
Razonamiento profundo. La capacidad de determinar la importancia de lo que se expresa.
Inteligencia social. Poder conectar con los demás de una manera profunda y directa, para detectar y estimular las reacciones e interacciones deseadas.
Pensamiento adaptativo. La habilidad de dar con soluciones y respuestas más allá de lo rutinario o de la normativa establecida.
Competencias interculturales. La capacidad para operar en diferentes entornos culturales.
Pensamiento computacional. Traducir grandes cantidades de datos en conceptos abstractos y comprender el razonamiento derivado de ellos.
Nueva alfabetización mediática. Evaluar críticamente y desarrollar contenido para las nuevas formas de comunicación.
La transdisciplinariedad. La instrucción y capacidad de entender los conceptos a través de múltiples disciplinas.
Diseño de pensar. La capacidad de representar y desarrollar tareas y procesos de trabajo para los resultados deseados.
Loadmanagement cognitivo. Discriminar información importante y saber maximizar el funcionamiento cognitivo usando una variedad de técnicas.
La colaboración virtual. Trabajar de forma productiva e impulsar la participación en un equipo virtual.
Actualidad Laboral / Con información de Gestión Perú