La productividad no es una ciencia exacta ni tampoco depende de fórmulas mágicas, pero existen numerosas técnicas que puedes desarrollar e implementar en tu vida diaria para acelerar tu rendimiento y de este modo, gestionar mejor tu tiempo y fraguar con éxito tus proyectos personales y profesionales.
Autores como Sam Carpenter defienden “el horario ideal biológico” -las horas del día en las que eres más productivo-, la técnica Pomodoro se basa en fragmentar toda tarea en pequeñas subtareas haciendo uso de un temporizador e intercalando descansos o las listas To-Do ayudan a completar los objetivos deseados.
Sin embargo a veces no es preciso aplicar ningún método concreto ni tan siquiera valerte de una de las múltiples aplicaciones tecnológicas destinadas a la promoción de la concentración, la motivación o la productividad. Pequeños cambios en tus hábitos diarios pueden convertirse en las llaves responsables de combatir a fondo las distracciones cotidianas, aprovechar tus picos de rendimiento elevado u optimizar el número de horas que pasas delante del ordenador. Veamos qué modificaciones puedes poner en práctica desde ya.
5 nuevos hábitos para mejorar tu productividad
Ponte a trabajar antes: Por supuesto, si tienes un horario fijo de oficina no podrás llevar a cabo esta opción. Sin embargo, si tienes horario flexible o trabajas como freelance deberías intentar adelantar tu horario, ya que está científicamente comprobado que muchas más personas -aunque depende de tus ritmos circadianos- son productivas por la mañana temprano, pudiendo enfocarse en tareas más difíciles y mantener la mente lejos de las distracciones. También podrás aprovechar mejor el resto del día e invertir tiempo en tus hobbies. Ah, y las reuniones, tal y como dicta la ciencia, son mejores por la tarde.
Pon tu teléfono boca abajo o en modo avión: En muchas ocasiones hemos abordado en TICbeat el problema de la dependencia tecnológica en nuestra sociedad hiperconectada, donde los problemas de nomofobia y adicción a las redes sociales, videojuegos o dispositivos móviles se cuentan por doquier. Por ello, es altamente recomendable poner el móvil en silencio y boca abajo durante tu jornada laboral, apagarlo, alejarlo de ti o decantarte por el modo avión. Deberías escapar como de la pólvora de la pequeña dosis de dopamina que te genera cada notificación si no quieres que tu productividad acabe estrellada contra el suelo.
Ponle coto a la revisión de tu email: Gestionar adecuadamente tu correo electrónico puede ayudarte a ganar tiempo o bien ser una fuente eterna de improductividad. Como consejos, puedes destinar solamente dos momentos al día para revisar tu bandeja de entrada o responder a los emails, desactivar las notificaciones, emplear solamente dos carpetas y filtrar automáticamente los correos electrónicos de bajo valor, como los de índole comercial.
Trabaja con auriculares: La música puede convertirse en tu mejor aliada para rendir mejor, sobre todo si apuestas por estilos como la música clásica, sonidos de la naturaleza, música épica o bandas sonoras ambientales. Tanto si ejerces tu labor desde casa como si trabajas desde la oficina, la música te ofrece grandes beneficios como una mayor concentración, relajación y disminución del estrés, control sobre el entorno, manejo emocional, impulso de las ideas creativas y un estado de ánimo más positivo. ¿A qué esperas para comenzar tu playlist?
Dormir bastante y bien es prioritario: Jamás hagas caso a quien te diga que para tener éxito es preciso dormir poco. No tomes cafeína ni estimulantes más allá del mediodía, haz más ejercicio, no cenes alimentos pesados ni copiosos, relájate antes de dormir meditando o empleando técnicas de respiración, acondiciona tu habitación para que sea oscura, seca, silenciosa y confortable y procura dormir al menos ocho horas en horario regular. Esta es tu principal arma contra la falta de concentración.
Actualidad Laboral / Con información de TicBeat