Una serie de datos publicados recientemente por el Gobierno estadounidense muestran que la mano de obra tecnológica de Estados Unidos es más joven que el resto de la población activa… y cada vez lo es más. Los trabajadores tecnológicos menores de 25 años son cada vez más comunes, mientras que la proporción de empleados mayores de 40 años disminuye.


Existe la antigua creencia de que los trabajadores tecnológicos deben ser jóvenes para poder "moverse rápido y romper cosas". A los demandantes de empleo se les evalúa en función de si encajan en la "cultura" de la empresa en cuestión y esa cultura suele fijarse en la juventud. "Quiero insistir en la importancia de ser joven y técnico. Los jóvenes son más inteligentes", decía en su momento un tierno Mark Zuckerberg de 22 años (este año ha cumplido 40). Pero, cuando se trata de demostrar realmente la discriminación por edad, el problema es que no existen tantas pruebas.


Así lo demuestra un informe que ha sido publicado este mes por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EEUU (EEOC, por sus siglas en inglés). La Comisión analizó a más de 10 millones de empleados estadounidenses del sector tecnológico —en una muestra que incluía a trabajadores de todos los sectores que ocupaban hasta 56 tipos de puestos STEM (relacionados con la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas)— en 2022 y concluyó que cerca del 41% tenían entre 25 y 39 años, un grupo de edad que representaba solo el 33% de la mano de obra estadounidense en general.


A los empleados que eran todavía más jóvenes les iba mejor en Tecnología: el número de personas menores de 25 años creció alrededor de un 9% cada año entre 2014 y 2022, y representaba el 7% de la mano de obra tecnológica en 2022, más de 20 veces la tasa de crecimiento de los trabajadores jóvenes de todos los sectores de Estados Unidos. Al parecer, una de las principales cualificaciones para conseguir un empleo en tecnología es poseer un certificado de nacimiento con fecha posterior a 1990.


El número de empleados mayores de 65 años también creció, pero solo hasta el 4%: siguen siendo, con diferencia, el grupo de edad más pequeño que trabaja en el sector tecnológico y están mucho menos representados que en otros sectores. El informe de la EEOC, que por primera vez analizaba la discriminación por edad, incluía un dato todavía más preocupante: las denuncias por discriminación por edad son más frecuentes en las compañías en las que destacan los puestos STEM. Las quejas por edad se encuentran en casi el 20% de las denuncias presentadas ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo en estas organizaciones, en comparación con el 15% de otros sectores.


Aunque nada de esto sea una buena noticia, para muchos supone una corroboración. El informe "por fin pone de manifiesto que esto es real", ha asegurado Maureen Clough, presentadora del podcast It Gets Late Early (sobre el envejecimiento en el mundo de la tecnología). "Ya no nos pueden hacer luz de gas".


Por supuesto, la edad no es el único problema de la mano de obra en el mundo tecnológico. La EEOC también ha identificado que las mujeres y los trabajadores racializados siguen estando desproporcionadamente infrarrepresentados, y que la discriminación en la industria es probablemente un factor que contribuye a las disparidades de edad, género y etnia en el sector tecnológico. Las mujeres apenas representan el 22% de los empleados del sector, la misma proporción de puestos que ocupaban en el año 2005.


En la lucha por la diversidad, la edad suele quedar relegada a un segundo plano, por detrás de otros aspectos demográficos. Esto puede deberse a que mucha gente no cree que la discriminación por edad sea mala, a pesar de que la legislación estadounidense prohíbe la discriminación de los trabajadores mayores de 40 años desde el año 1967.


Los estereotipos y las quejas sobre los jóvenes y los mayores siguen arraigados en la sociedad, y se cuestionan menos que los prejuicios sobre etnia, sexualidad o género. Ciertos comportamientos, ya sea intentar retrasar el paso del tiempo con sueros antienvejecimiento o burlarse abiertamente de las personas mayores con memes del tipo "OK, boomer", se han considerado en gran medida privilegios de los más jóvenes.


El edadismo se asocia a un empeoramiento de la salud física y mental, aislamiento social, soledad, inseguridad económica e incluso muerte prematura. Cuarenta años es la edad que se suele considerar más avanzada en Silicon Valley, pero en China la amenaza también se cierne sobre los empleados, que ya hablan de "la maldición de los 35", temerosos de que incluso esa edad ya les reste oportunidades profesionales en el sector tecnológico.


Sin embargo, y a pesar de estos nuevos datos, todavía existen muchas cosas que se desconocen. Joanna Lahey, profesora de políticas públicas que estudia la discriminación por edad en la Universidad A&M de Texas, en EEUU, ha afirmado que el informe elaborado por la EEOC muestra una correlación entre la juventud y el empleo en el sector tecnológico, pero que la causa exacta no está del todo clara. La menor representación de los trabajadores de más edad podría deberse a la discriminación en la contratación, la formación o la retención, pero también podría deberse a que los empleados de más edad se jubilan, mientras que los jóvenes se incorporan al mercado laboral.


"No conocemos el verdadero alcance del problema y, lo que es más importante, si existe, no sabemos cómo solucionarlo", ha explicado Lahey a través de un correo electrónico.


No obstante, los recientes despidos no han hecho sino aumentar las sospechas del edadismo. Más de 130.000 empleados tecnológicos han sido despedidos en todo el mundo este año, continuando una tendencia que comenzó en 2022, según Layoffs.fyi (un portal que realiza un seguimiento de los recortes de empleo en la industria tecnológica).


John Zeman, extrabajador de X (la red social anteriormente conocida como Twitter), ha demandado a su antigua empresa tras haber sido despedido cuando Elon Musk, que entonces tenía 51 años, asumió el cargo de CEO en noviembre de 2022 y redujo considerablemente la plantilla de Twitter. Zeman tenía 63 años en ese momento y su denuncia alega que el 60% de los empleados de la plataforma mayores de 50 años fueron despedidos, frente al 54% de los trabajadores menores de 50 años. A principios de septiembre, un juez federal dictaminó que la demanda colectiva podía seguir adelante, al considerar que las alegaciones iban más allá de la "mera especulación".


Business Insider ha tratado de ponerse en contacto con los abogados de los demandantes y de X, pero por el momento no ha obtenido respuesta.


Aun así, estos casos pueden ser delicados, puesto que, si los empleados de más edad estaban mejor pagados, por ejemplo, los recortes podrían defenderse alegando razones de ahorro de costes. Algunos extrabajadores de IBM también denunciaron a su antigua organización por esta misma cuestión, alegando que los mayores de 40 años eran despedidos en mayor proporción que los empleados más jóvenes, pero IBM ha conseguido bloquear algunas de esas demandas (la empresa ha negado haber practicado una "discriminación sistémica por razón de edad").


Casos como estos son grandes apuestas: pueden ser victorias importantes para responsabilizar a las compañías tecnológicas de las prácticas discriminatorias relacionadas con la edad o generar un efecto rebote que impida que otros sigan luchando en los tribunales.


En ocasiones, el edadismo es manifiesto, pero otras veces los trabajadores solo lo intuyen.


John Rizzo, de 60 años, asegura que se ha pasado los dos últimos años buscando trabajo en gestión de productos, pero cree que su edad es la razón por la que sigue en paro. Rizzo cuenta que tiene 450 versiones de su currículum y que se ha presentado a más de 4.000 vacantes. Le va bien en las entrevistas telefónicas, pero dice que el tono de los técnicos de selección parece cambiar en cuanto entran en una videollamada y ven su edad. Representa un obstáculo para encontrar trabajo en el sector tecnológico al que no tuvo que enfrentarse en el pasado.


Actualidad Laboral / Con información de Business Insider