Médicos, enfermeros y auxiliares de los hospitales públicos de Buenos Aires cumplieron ayer una huelga de 24 horas, con protestas en la calle en reclamo de mejores salarios y condiciones de trabajo en medio de una inflación que se proyecta en 100% este año.
Bajo el lema "la salud en emergencia", más de un millar de profesionales con sus batas de hospital marcharon por el centro histórico de la ciudad, desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo, y reclamaron frente a la sede de Ministerio de Salud de la ciudad.
La medida profundizó el conflicto que mantienen desde hace 14 días los médicos residentes, aquellos que realizan su especialización, con los servicios reducidos a la atención de emergencia.
"Algo así no lo recuerdo. Cuesta, con 30 años de hospital, venir acá a pelearla. Es difícil, pero es lo correcto, la gente necesita médicos bien formados y para ello hay que financiarlos bien", dijo a la AFP Gustavo Frei, médico del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, el mayor centro pediátrico de la ciudad.
La situación en los 30 hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires se agrava por la incidencia de una inflación sin control, que se proyecta en 100% este año.
Los bajos salarios desalientan especializaciones médicas básicas. "Muchas residencias han quedado vacantes por la falta de incentivos, en pediatría nunca pasó que haya tantas vacantes que no se cubren y eso tiene que ver con los bajos sueldos", advirtió Frei.
En Argentina un médico requiere de unos cinco años de residencia hospitalaria para obtener la especialización. En ese lapso trabaja unas ocho horas diarias con guardias semanales de 24 horas por un salario que en la capital argentina es de 120.000 pesos al mes, equivalentes a unos 700 dólares al tipo de cambio oficial.
"Tenemos una carga horaria altísima y cobramos salarios paupérrimos que no se condicen con la formación que tenemos, estamos reclamando un sueldo inicial de 200.000 pesos (1.200 dólares)", explicó Julio Díaz, médico residente del hospital Fernández.
Además de los residentes también hay médicos 'concurrentes' que hacen su especialización con una carga horaria menor, pero sin paga ni seguro por riesgos de trabajo, algo por lo que también reclaman.
"Los residentes y concurrentes somos un pilar fundamental para la atención en los hospitales, sostenemos casi la mitad de la atención de salud", afirmó Díaz.
Desde que iniciaron la huelga hace dos semanas "todo el trabajo está recargado en los médicos de planta permanente. No hay turnos para los pacientes, algunos servicios están cerrando también porque hay renuncias por los bajos sueldos", declaró Ricardo Knopoff, médico desde hace 30 años en el hospital Piñero.
Según Virginia Bustos, endocrinóloga del hospital Argerich, "la situación económica del país ha cambiado enormemente. Un médico hoy tiene que trabajar en muchos lugares, estamos muy cansados", dijo.
Los enfermeros también se sumaron a la huelga. "Trabajo turnos de siete horas diarias con guardias semanales de 24 horas y cobro un básico de 85.000 pesos (510 dólares) por mes, ¿quién puede vivir con eso?", preguntó Roxana Méndez, enfermera del hospital Ramos Mejía desde que se graduó en la universidad, hace 18 años.
"El resultado es el pluriempleo, trabajamos en el hospital y en sanatorios, doble turno y guardias para 'armar' un salario digno, pero eso nos lleva al agotamiento y se perjudica el paciente", se quejó su compañera, la enfermera Romina Albanil.
Médicos y enfermeros también se sienten desvalorizados tras haber trabajado sin tregua durante la pandemia de covid-19.
"Fue una situación muy traumática para nosotros y ahora hay una especie de 'borrón y cuenta nueva', como una amnesia en el reconocimiento que no está nada bien", concluyó el médico Fernando Nieto González, psiquiátra del hospital Borda.
Actualidad Laboral / Con información de France24