El conflicto entre Avianca y los pilotos del sindicato de Acdac está en un punto de estancamiento: en el que las partes se inmovilizaron en sus posiciones y en un juego de suma cero en el que cada cual busca ganar el máximo o todo a costa del otro.
Así ha sido desde que se rompieron las negociaciones en la madrugada del 20 de septiembre y los pilotos se fueron a huelga.
Portafolio.co habló con varios abogados especializados en derecho laboral y conciliación, quienes dieron su opinión de las estrategias de las partes en el pleito, a cambio de la reserva de sus nombres.
En líneas generales, Avianca asegura que solo se somete a lo que diga la ley y las normas, mientras los pilotos apelan cada decisión judicial que se produce en su contra y le piden a la aerolínea volver a sentarse a negociar, una estrategia de tiempo y paciencia.
La primera realidad que se acepta es que la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac) se equivocó en su estrategia: primero al tener un pliego de peticiones excesivamente amplio, con algunas de ellas salidas de contexto para la realidad colombiana.
“Y aunque lo disminuyeron de más de 240 a un poco más de 80, el hecho de incluir Ipads, laptops, etc, y el hecho de que Avianca lo haya hecho público les hizo mucho daño ante la opinión pública”, aseguró un abogado que tuvo acceso al pliego inicial.
Y segundo al ir a la huelga y querer desconocer que el transporte aéreo es un Servicio Público Esencial, lo cual fue fallado en su contra tanto por el Tribunal Superior de Bogotá en su Sala Laboral como por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca en segunda instancia, este último en una apelación de los pilotos.
Por esto, ante las negativas en las instancias judiciales y el hecho de que reconocen que se equivocaron con la huelga, “la estrategia de la Acdac parece ser la de apelar todas las decisiones judiciales para ganar tiempo, aumentar las pérdidas de la compañía, que la opinión pública se impaciente con Avianca ante la falta de transporte aéreo y presionarla a sentarse a negociar nuevamente”, dijo otro jurista especializado en el tema laboral.
Otro abogado especializado en derecho laboral le comentó a Portafolio.co que el hecho de llevar todo a las máximas instancias mediante apelaciones tiene que ver con la búsqueda de que se llegue a la vacancia judicial de diciembre con el fin de que el proceso se alargue hasta el año entrante.
Por esto la decisión de ayer miércoles en la noche de la la Corte Suprema de Justicia, que estaba estudiando la apelación del fallo de primera instancia, de devolver el expediente al Tribunal Superior de Bogotá, debido a que la audiencia que definió esta providencia quedó mal grabada y hacía imposible que los magistrados la oyeran, es una pequeña victoria para los pilotos, pues ahora habrá que enviar el material nuevamente, con una nueva audiencia o “Lo que se recomienda es que las partes pidan autorización al juez para hacer grabaciones privadas para poder cumplir con el 126-2”, dijo un abogado, quien además aseguró que las fallas en los sistemas de grabación de las audiencias ocurren más de lo esperado.
Hay que recordar que por ahora existen 4 recursos de apelación que interpuso el sindicato de pilotos ante la Corte Suprema: contra el auto que negó la admisión de la demanda de reconvención (contrademanda), contra el auto que negó las excepciones previas que propuso Acdac, contra el auto que negó la intervención como coadyuvante de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), contra el auto que negó el incidente de nulidad propuesto por Acdac y finalmente decidirá el recurso de apelación contra la sentencia que decidió la ilegalidad del cese colectivo, la cual no podrá ser decidida sin decidir los cuatro anteriores recursos. La cuestión es que si prospera cualquiera de estos recursos, el proceso se devolvería al Tribunal y habría que volver a empezar el proceso en la primera instancia.
Al mismo tiempo que le piden por todos los medios a la compañía volver a sentarse a negociar teniendo como punto de partida que no hayan represalias como despedir a los pilotos en paro. Incluso, y ante su petición, en la Comisión Séptima del Senado se aprobó esta semana una proposición con puntos concretos: que los pilotos afiliados a la Acdac acepten el tribunal de Arbitramento al que convocó el Gobierno, recortar el pliego a asuntos prioritarios y que se comprometan a no continuar con las acciones legales y de sanciones por la huelga, entre otros.
Mientras tanto Avianca anunció que empezó procesos disciplinarios contra los pilotos del sindicato que no se presentaron a trabajar en el plazo del lunes pasado a la medianoche, (según la compañía volvieron a labores 105 de ellos, mientras Acdac asegura que solo fueron 86).
En la noche del miércoles la Acdac anunció que la compañía despidió a ocho pilotos que estaban en paro mientras que la aerolínea aseguró que “terminó el contrato a ocho aviadores por reconocimiento de pensión”.
Por otra parte, está la posición de Avianca, que desde el 20 de septiembre ha asegurado que no se sienta a negociar con los pilotos sino que se acoge a los fallos judiciales y a la normatividad, entre ellos el tribunal de arbitramento, existente para este tipo de casos “ha sabiendas que va a ganar judicialmente”, dice otro jurista.
“Parece que lo que quiere Avianca, por palabras de su dueño Germán Efromovich en entrevistas y por su posición de no sentarse otra vez a negociar, es acabar o disminuir al máximo la influencia del sindicato de la Acdac en la compañía, que existe desde hace 65 años, y ellos ‘le dieron papaya’”, asegura uno de los juristas.
Así están las cosas a día de hoy, en un conflicto que no tiene vistas de una solución pronta, sino, al contrario, de empeorar en el sistema judicial del país, mientras los colombianos esperan una pronta solución pues las pérdidas en el sector del turismo, hoteles, restaurantes, exportadores, taxistas y comercio en general aumentan día a día.
Actualidad Laboral / Con información de Portafolio / Pedro Vargas Núñez