21-05-2014
Conductores de autobuses en São Paulo realizaron este miércoles un segundo día de huelga, lo que provocó caos en el tránsito y dejó a miles de personas sin transporte en la mayor ciudad de América del Sur, a menos de un mes de que se celebre en la metrópoli brasileña el partido inaugural del Mundial de fútbol.

Los conductores y cobradores de boletos de una facción disidente del sindicato local abandonaron sus tareas el martes, dejando vehículos estacionados en importantes calles y cerrando más de la mitad de las terminales en la ciudad sin advertencia previa.

La huelga en São Paulo, usualmente una de las ciudades más ordenadas de Brasil, subraya la creciente incertidumbre sobre la capacidad del país de llevar adelante uno de los mayores eventos deportivos del mundo en 12 ciudades. Se supone que muchos hinchas dependerán del transporte público para llegar a los estadios los días en que se disputen partidos.

São Paulo tiene un servicio de metro limitado y sus estaciones de trenes estuvieron abarrotadas de gente el martes. Debido a que muchos pasajeros recurrieron a automóviles, medios locales informaron de un embotellamiento del tránsito de 260 kilómetros en toda la ciudad.

La semana pasada una huelga similar en Río de Janeiro, donde se celebrarán los Juegos Olímpicos del 2016, dejó a miles varados y unos 300 automóviles destrozados.

La policía federal y civil también estaba en huelga en algunas partes del país el miércoles. Cuando la policía militar paralizó sus tareas en semanas recientes en Salvador y Recife, en la costa noreste del Brasil y también sedes del Mundial, se informó de saqueos y homicidios.

Las autoridades de Sao Paulo habían negociado un aumento salarial del 10% con el sindicato oficial, pero algunas facciones querían un porcentaje mayor.

Había algunos autobuses en las calles el miércoles, pero al menos 12 garajes permanecían cerrados. Se informó sobre actos de vandalismo, entre ellos autobuses incendiados. No está claro cuándo terminará la huelga.

Muchos proyectos de transporte público prometidos para el Mundial no comenzaron y otros están sin terminar. La población se ha manifestado en contra del costo de la construcción o renovación de estadios, que se han convertido en símbolos de derroche.

En São Paulo se disputará el partido inaugural del Mundial entre Brasil y Croacia el 12 de junio. El torneo finaliza el 13 de julio.

Actualidad Laboral/El Mundo Economía y Negocios