Las startups suelen crecer de formas inesperadas. Una idea que crees que será ganadora puede terminar teniendo muy pocos clientes potenciales, o una idea que consiguió suficiente financiamiento en crowdfunding puede terminar muriendo por falta de dinero en el camino.

Por el otro lado hay ideas de startups que suenan loquísimas al inicio pero que de alguna manera se las ingenian para ser sumamente exitosas.

Inspírate con estos ejemplos:

The Pet Rock

Empezaré esta lista con un ejemplo clásico: the Pet Rock. En la década de los 70, Gary Ross Dahl tuvo la idea de vender rocas a los niños bajo la premisa de que las piedras eran un tipo de mascota. Una combinación de buen empaque y publicidad brillante hicieron que el concepto de pagar por una piedra sonara razonable, y eventualmente la idea convirtió a Dahl en un millonario.

PayPal

Hoy en día, millones de personas confían en PayPal para hacer sus transacciones financieras, y confían tanto en la plataforma como en cualquier banco (si no es que más). Pero cuando PayPal salió al mercado en 1998 era una idea sumamente nueva. Internet seguía siendo muy nuevo y la gente no confiaba en él, y los fundadores de PayPal esperaban que la gente les diera su información bancaria y personal y confiara en ellos para manear sus transacciones en línea.

Instagram

Instagram nació en 2010, en un momento en el que Facebook ya era el rey de las redes sociales. La plataforma nació como una copia de Foursquare, pero empezó a hacerse popular cuando cambiaron a un modelo en el que básicamente se intercambian imágenes con amigos, familia y otros seguidores.

Además de poner atención a la funcionalidad y enfocarse en dispositivos móviles, Instagram no era muy diferente de su competencia. Sin embargo, se las ingenió para crear una base inicial de usuarios bastante sólida. Ahora ha crecido a ser una de las plataformas de redes sociales más populares, con más de 800 millones de usuarios activos cada mes.

Github

Github puede parecer complicado para los que no somos programadores, pero desde que se creó ha crecido a ser una herramienta poderosa y abierta a toda la comunidad. Hoy en día es la fuente de códigos en el mundo, pero cuando empezó su premisa era ridícula: los programadores tenían que pagar un fee mensual para usar un código de recursos abiertos para crear más códigos de recursos abiertos. ¿Qué?

Sin embargo, el modelo funciona y así lo comprueban sus 24 millones de usuarios.

Slack

En la superficie, Slack no ofrecía nada nuevo. Las empresas ya tenían plataformas de correo y aplicaciones de administración para proyectos, y Slack parecía una herramienta más dentro de la canasta. Pero sus creadores se dieron cuenta de que entre 70 y 80 por ciento de las compañías no tenían una herramienta diseñada para la comunicación interna de sus empleados, así que decidieron cubrir esa necesidad.

Después de escalar gradualmente a diferentes tamaños de equipos y de ofrecer integrar decenas de otras herramientas, Slack creció a convertirse en una compañía multimillonaria.

SpaceX

Cuando SpaceX empezó en 2002, nadie lo tomó en serio. La NASA era la única organización que diseñaba tecnología espacial y no había compañías privadas que intentaran competirle. Luego llegó SpaceX. Y sí, después de muchos lanzamientos fallidos y de mucho dinero gastado, el futuro de la compañía no se veía prometedor durante la primera década del 2000.

spacex

Pero después de lograr algunos lanzamientos exitosos y de tener contratos importantes con la NASA, SpaceX empezó a tomar impulso a principios de esta década. Hoy en día, la compañía de Elon Musk produce tecnología espacial mucho más eficiente y a menor costo de cualquier otra que hayamos visto antes.

Amazon

Pocas compañías han nacido de ideas tan audaces como Amazon. Incluso hoy, la compañía está intentando construir un futuro en el que las entregas estén automatizadas con drones y en el que nuestros hogares sean controlados por bocinas. Pero la idea más audaz probablemente sea con la que empezaron: vender libros en línea.

Pudiera parecer algo natural el día de hoy, pero en 1994, comprar libros en línea parecía un riesgo, ¿cómo podrías garantizar que recibirías lo que habías pagado? Y encima, había librerías físicas en casi todas las ciudades importantes del mundo. ¿Por qué no sólo ir a una de ellas por tus libros? Sin embargo, la idea era sólida: había una fuerte demanda de libros, éstos no era tan caros y eran fáciles de enviar. Lo que parecía no tener sentido era, en realidad, una idea brillante. Pocos años después, Amazon se convirtió en uno de los sitios más populares de Internet y se expandió a ofrecer otros productos además de libros.

Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur