Los tiempos de traslado en las grandes urbes, el avance constante de la tecnología, el costo por metro cuadrado en oficinas y el bienestar de los empleados en general, han contribuido en buena medida a que las empresas hayan comenzado en los últimos años a implementar el home office.
Sin embargo, a pesar de todos esos aspectos y de que en general una amplia mayoría tiene opiniones positivas respecto del teletrabajo, la incidencia del mismo en el clima laboral parece ser, hasta el momento, poco significativa. Así se desprende de la primera investigación sobre esta modalidad de trabajo que realizó la consultora Great Place to Work.
El estudio reveló que si comparamos la percepción del clima laboral que tienen los que realizan la totalidad o parte de su trabajo a distancia contra quienes realizan sus labores dentro de la empresa, la diferencia positiva alcanza sólo dos puntos porcentuales (75% a 73%) respecto al trabajo parcial y diez puntos (83% a 73%) en relación con el trabajo total a distancia.
Al analizar el interior de las dimensiones que componen el clima laboral, según el Modelo Great Place to Work, se advierte que esta diferencia positiva se registra en todos los ítems (credibilidad, respeto, imparcialidad, orgullo, camaradería, confiabilidad). En relación con el impacto del trabajo a distancia sobre el promedio general del clima laboral, la encuesta mostró que entre el personal sin gente a cargo, y los jefes y supervisores, la percepción favorable aumenta en función de este esquema flexible; no así entre los directores y gerentes. Respecto de los empleados sin gente a cargo, se registró una percepción favorable del 72% entre aquellos que no realizan trabajo a distancia; sin embargo, entre quienes realizan todo su trabajo con esta modalidad el número asciende al 83%. En cuanto a los jefes o supervisores, el 77% de quienes llevan a cabo toda su tarea en las instalaciones de la empresa tiene una percepción favorable sobre el clima laboral, mientras que entre los que ejecutan parte de su trabajo a distancia, aumenta al 80%, y entre los que realizan todo su trabajo a distancia, llega al 89% de favorabilidad.
Más allá de ese dato revelador, las iniciativas de home office avanzan moderada y gradualmente teniendo en cuenta en la actualidad ciertos resguardos jurídicos y organizacionales. La investigación mostró que 44% de los encuestados dijeron realizar parte de su trabajo a distancia, ya sea de una frecuencia semanal, quincenal o mensual. Esta parcialidad en su aplicación se explica porque esta modalidad sólo aplica para algunas posiciones, ya sea por las propias características de su trabajo o por la definición de avanzar gradualmente por parte de la compañía.
Lo cierto es que, así como las opiniones positivas sobre el teletrabajo son las más habituales (89%) -desde la productividad y eficiencia, pasando por el equilibrio entre la vida personal y la laboral, hasta evitar el traslado hasta la oficina- el estudio evidenció que también existen algunas visiones no tan ideales del teletrabajo. Entre ellas, el principal factor es la pérdida en la calidad de las relaciones interpersonales. "No me gusta perder el contacto con mis colegas, creo mucho en el trabajo interdisciplinario y el trabajo a distancia atenta contra esto", se escuchó decir a los encuestados.
Por otra parte, la investigación, de la que participaron más de 25.000 personas -directores, supervisores y empleados- de 22 empresas de diferentes tamaños e industrias, mostró además que los hombres son más propensos a realizar el trabajo a distancia por sobre las mujeres (37% a 31%). A su vez, la valoración positiva de dicha modalidad es más alta en el universo masculino, aunque el femenino le da más valor a la productividad y el equilibro que permite.
Quienes más utilizan el teletrabajo son los comprendidos en la franja 35-44 años (42%), mientras que los que menos lo hacen son los más jóvenes y los más grandes (15% y 28%, respectivamente).
Si tenemos en cuenta el nivel de preparación, podemos observar que la cantidad de personas que implementa esta modalidad crece significativamente a medida que aumenta el nivel de estudios (20% en los que tienen secundario, 31% para los que cuentan con terciario incompleto, 47% en los que realizaron estudios universitarios y 58% para quienes cuentan con posgrados).
Por último, es importante tener en cuenta que, más allá de la incidencia en el clima, el teletrabajo ya comenzó a ser considerado por las personas como un elemento a tener en cuenta, al momento de eligir dónde trabajar. Y que, a su vez, la implementación del mismo requiere, para ser exitosa, de un alto nivel de confianza.
Actualidad Laboral / Con información de Ámbito