05-04-2019

Los empleados aún no han podido alcanzar las mínimas condiciones para acudir a sus sitios de trabajo, luego que los varios apagones afectaran la vida de los venezolanos durante el mes de marzo, por lo que las actividades laborales se llevan a cabo en un ambiente de contingencia.


“Estas circunstancias contribuyen a aumentar el ausentismo laboral y desmejorar las condiciones de vida de los trabajadores, ya trastocadas por el pésimo estado de los servicios públicos y la hiperinflación”, dijo Linerby Sánchez, directora de Proyectos del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).


Las fallas en el servicio eléctrico no han sido superadas completamente, al igual que el suministro de agua, lo que lleva a los trabajadores a ocuparse a dar respuesta a sus necesidades inmediatas, aún después de que el gobierno ordenara la reanudación de las actividades laborales en horario especial, tras la emergencia.


“Es difícil poder cumplir con el trabajo. No se puede salir de casa si por varios días no hay agua, o no funciona el Metro de Caracas, el transporte público es escaso, no hay efectivo para el pago del pasaje, no funcionan los medios de pago electrónicos o no hay con quien dejar a los niños. Es una situación de colapso total”, indicó Sánchez, quien llamó a las autoridades a atender la grave crisis en la que sumió al país.


Expertos calculan que los eventos en los que el país se quedó sin el suministro eléctrico casi por completo, sumarán este año una caída de 2,5 puntos porcentuales del PIB a la ya contraída economía. Las secuelas aún están por verse, pero lo previsible es que ante la falta de mantenimiento y la imposibilidad de hacer las inversiones requeridas por las fuertes restricciones financieras a las que está sometido el país, los apagones continúen y con ello se profundice la recesión.


“La paralización de la actividad económica supone mayores dificultades para que los trabajadores puedan buscar ingresos adicionales con los que subsistir en un contexto hiperinflacionario de 2.395.981% anualizado a febrero”, de acuerdo con la medición de la Asamblea Nacional, indicó la directora de Inaesin.


Un escenario de mayor deterioro apuntalado por el colapso eléctrico y de pérdidas económicas a las empresas, dificultará mejoras en el salario de los trabajadores. De acuerdo con el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Inaesin, la mayoría de las protestas laborales que se dan en el país es por descontento salarial. Durante el primer trimestre de 2019, los reclamos salariales abarcaron el 59% del total de las protestas.


Actualidad Laboral / Nota de Prensa