El aumento de precios se moderó en Estados Unidos en octubre, la señal más reciente de que las presiones inflacionarias podrían estar disminuyendo a medida que la economía se desacelera y los consumidores se vuelven más cautelosos.
La inflación al consumidor fue de 7,7% anual en octubre, y de 0,4% mensual si se compara con septiembre, dijo el jueves el Departamento de Trabajo. El incremento anual fue el menor desde enero. La inflación subyacente —que no incluye los volátiles precio de los alimentos y la energía— subió 6,3% anual y 0,3% mensual.
Todas las cifras fueron menores de lo que esperaban los economistas.
Pese a estos datos, se espera que la Reserva Federal siga aumentando las tasas de interés para seguir conteniendo la inflación. Sin embargo, muchos economistas advierten que si sigue restringiendo agresivamente el crédito, es probable que la Fed provoque una recesión el próximo año.
En lo que va del año, el banco central estadounidense ha aumentado su tasa de interés de referencia seis veces con ajustes considerables, lo cual a su vez encarece los demás créditos como hipotecas, compras de automóviles y otros gastos de alto costo, generando el temor de una posible recesión.
La inflación estuvo entre las principales preocupaciones de muchos votantes en las elecciones legislativas intermedias del martes. Sus ansiedades económicas contribuyeron a la pérdida de escaños demócratas en la Cámara de Representantes, aunque los republicanos no lograron obtener los enormes logros políticos que muchos esperaban.
De acuerdo con otros indicadores, además del dato del Departamento de Trabajo, la inflación ha comenzado a ceder y podría seguir haciéndolo en los próximos meses. La mayoría de los indicadores de los salarios de los trabajadores, por ejemplo, muestran que los sólidos aumentos de los últimos 18 meses se han estabilizado y han comenzado a caer. Aunque los sueldos no son la principal causa del alza de la inflación, sí pueden agravar las presiones inflacionarias si las empresas compensan sus mayores costos laborales cobrando más a sus clientes.
Por otra parte, a excepción de los fabricantes de automóviles, que todavía batallan para adquirir los chips de computadora que necesitan, las interrupciones de la cadena de suministro se han desahogado en gran medida.
Actualidad Laboral / Con información de AP