Los índices de la inflación de la zona euro, tanto el general como el subyacente, se desaceleraron en marzo, según mostraron las estimaciones provisionales publicadas este lunes; lo que respalda la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de atrasar el calendario de endurecimiento planificado, de la política monetaria.
Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, dijo que los precios al consumidor en los 19 países que comparten el euro aumentaron un 1,4% interanual en marzo, frente a la expectativa del mercado de que no hubiera cambios con respecto al 1,5% de febrero.
Los precios de la energía fueron el único componente importante del índice que se aceleró en marzo, hasta un aumento interanual del 5,3%, desde el 3,6% en febrero. El crecimiento de todos los demás componentes fue más lento.
Excluyendo las contribuciones volátiles de la energía no procesada y alimentos no elaborados, lo que el BCE llama inflación subyacente, un indicador que tiene muy en cuenta a la hora de tomar sus decisiones de política monetaria; los precios al consumidor aumentaron un 1,0% año con año, desacelerándose respecto al 1,2% de febrero. Los mercados habían esperado una lectura sin cambios.
Una medida aún más restringida, que excluye también el alcohol y el tabaco y es vigilada de cerca por los economistas del mercado, también se desaceleró al 0,8%, desde el 1,0% de febrero, frente a la expectativa media del 0,9% en un sondeo de Reuters entre analistas.
El BCE quiere mantener la inflación general, ligeramente, por debajo del 2% a medio plazo.
Actualidad Laboral / Con información de Reuters