Las organizaciones saben que sus empleados serán más productivos cuando trabajan en espacios adecuados; lugares que les permitan desarrollar mejor sus actividades, y en los cuales se sientan cómodos. Por ello, muchas organizaciones y estudiosos se han dedicado a investigar cuáles son las implicaciones del diseño y el tamaño de estos ambientes.
Uno de los estudios ha revelado que las personas que trabajan en espacios amplios y abiertos, sufren menos estrés que aquellos que laboran en cubículos u oficinas privadas. Los trabajadores de oficina se caracterizan por desarrollar enfermedades de tipo cardiaco, mal humor y cansancio, todo debido a que se trata de un grupo poco activo físicamente, en sus trabajos.
Para comprobar qué tanto está relacionado el estrés con los espacios laborales, unos investigadores se dieron a la tarea de realizar un estudio de observación portátil basado en 231 sensores. Estos se colocaron en los trabajadores de cuatro edificios de oficinas federales en Estados Unidos, utilizando las variables de la actividad física, estrés percibido y la respuesta fisiológica de estos al estrés.
Los resultados arrojaron que los que laboran en espacios abiertos fueron 31.8% más activos en la oficina, que quienes se encuentran en lugares cerrados o en cubículos. Por otro lado, los trabajadores de oficinas abiertas, también mostraron un menor nivel de estrés percibido, que los que realizan sus actividades en un cubículo. Y una mayor actividad física, estuvo en relación con un nivel menor de estrés fisiológico.
En las conclusiones, los estudiosos explicaron que las oficinas abiertas se relacionaron con un nivel de actividad física mejorada y con la reducción de estrés fisiológico y percibido. Esto puede darse porque, los empleados se mueven en busca de espacios para hablar en privado. Esta investigación resalta cómo el diseño de los espacios de trabajo puede ser o no saludables para los empleados.
Actualidad Laboral / Con información de Entrepreneur