22-06-2018
Brian Krzanich deja el cargo de consejero delegado de Intel después de que el fabricante de procesadores revelara que el ejecutivo tuvo en el pasado una relación sentimental con una empleada, algo que supone un incumplimiento de la normativa interna. El romance, de acuerdo con la información hecha pública, era “consentido” pero supone una infracción del código de conducta que se aplica a los directivos de forma estricta. Le sustituye con carácter interino Robert Swan, actual director financiero.
El cese se anunció a media hora de la apertura de Wall Street. La relación sentimental data de hace algunos años, aunque fue comunicada por otro empleado recientemente. Cuando el consejo de administración certificó que la información era correcta, procedió a pedir la dimisión. Las reglas de conducta establecen estrictamente que ningún directivo puede tener una relación con empleados que le reportan directamente.
Intel insiste en que la política se aplica “a todos los gestores” sin excepción. “Dado que esperamos que todos los empleados respecten los valores de la compañía y se adhieran al código de conducta”, insiste la nota emitida por el consejo de administración, “hemos aceptado su dimisión”. Krzanich es un de los ejecutivos más influyentes en EE UU y una de las principales figuras en la industria tecnológica.
El consejo le despide agradeciendo simplemente “su contribución” a la compañía. Krzanich, de 58 años de edad, estaba al frente de Intel desde mayo de 2013. Su principal reto durante estos cinco años fue transformar el negocio de la tecnológica para adaptarse a la nueva realidad del mercado, tras la irrupción de la computación móvil, la inteligencia artificial y la gestión de datos.
Las acciones de Intel llegaron a subir un 2% tras el anuncio, en parte porque la compañía aprovechó la comunicación para revisar al laza sus proyecciones de beneficios. Pero ese impulso se esfumó en la apertura de Wall Street. “Creemos firmemente en la estrategia en curso”, afirma la compañía. Swan llevará los mandos temporalmente hasta que se designe nuevo consejero delegado.
Krzanich, de 58 años de edad, empezó a trabajar para Intel en 1982. Antes de ser nombrado consejero delegado ocupó el cargo de director de operaciones. Su remuneración ascendía a los 21 millones de dólares anuales, una de las más altas entre las empresas que cotizan en Wall Street. La compensación incluía los gastos de transporte y la seguridad en su residencia.
Una norma que aplican muchas multinacionales
Intel aplica desde hace cinco años unas reglas que rigen la conducta de sus empleados, que incluye una cláusula conocida como “non-fraternization policy” que prohíbe los romances entre los directivos y sus subordinados. Es una norma en otras grandes corporaciones en Estados Unidos aplican. En el caso de la tecnológica, además, los empleados están obligados a notificar cualquier incumplimiento.
El despido de Brian Krzanich recuerda al que protagonizo el gigante de la defensa Lockheed Martin en noviembre de 2012, cuando despidió al que estaba elegido ya para ser su consejero delegado Christopher Kubasik debido a una “relaciones personal cercana con una subordinada”. Mark Hurd se vio forzado también a dimitir al frente de HP por la relación secreta con una consultora. Harry Stonecipher dejó Boeing también por un romance en 2005 y Steven Heyer lo hizo dos años después en Starwood Hotels.
Actualidad Laboral / Con información de El País