En los últimos años, diversos profesionales de la psicología y la sociología han estado investigando y descubriendo diferentes tipos de inteligencia. Diversos estudios han probado los beneficios que tienen para las personas la posibilidad de saber gestionar diferentes situaciones sociales con las herramientas que puede ofrecer un conocimiento de modelo emocional. Pero además de este, también existen intelectos relacionados como el cociente.


Sin embargo, el experto en relaciones sociales, Dharius Daniels, ha señalado a la CNBC que existe otro tipo que tiende a ser más común en las personas más exitosas. Esta es la inteligencia relacional (RQ) o la habilidad de manejar bien las relaciones. "Es la capacidad de discernir si alguien debe ser parte de nuestras vidas y qué lugar debe ocupar, y luego alinearlos en consecuencia" ha explicado Daniels. Aunque también sirve como herramienta para conocer si se está destinando demasiado o muy poco esfuerzo y tiempo en una relación.


Las claves de la RQ


Según el experto, para poder desarrollar este tipo de inteligencia, el primer paso que deben seguir las personas interesadas es definir sus relaciones. Aunque actualmente se esté en un contexto donde las etiquetas parecen cosas del pasado, Daniels ha destacado la necesidad de ponerle nombre a las cosas para poder gestionarlas correctamente. De esta forma, para el profesional solo existen cuatro categorías a considerar.


La primera es la de 'Amigos'. "Las relaciones que tenemos con las personas a las que llamamos nuestros amigos no deben ser transaccionales. Son el único lugar donde podemos ser nosotros mismos auténticos", ha defendido el profesional. El tipo de circunstancias que se dan en estos contextos deben ser diferentes a las que ocurren en otros espacios, como es en el trabajo.


El segundo grupo es de los 'Asociados'. Este tipo de personas suele confundirse con los amigos, pero poco tienen que ver. "Asignas a alguien a la categoría de asociado cuando no ha habido suficiente tiempo, interés o deseo de desarrollar el tipo de conexión requerida para la amistad. Es una relación en la que una persona no prefiere, por la razón que sea, comprometerse más profundamente que la superficie", ha matizado Daniels. No importa los motivos por lo que no se hayan desarrollado esa vinculación, lo importante que no se ha hecho.


La tercera etiqueta es la de 'Tareas'. Esta relación está condicionada principalmente al propósito de que una persona brinde tutoría, orientación, capacitación o entrenamiento a otra. "Las personas sin RQ no son conscientes de esto y corren el riesgo de cometer el error de tratar una tarea como un amigo. Cuando esto sucede, terminamos manejando mal las expectativas o revelando lo que debería ser confidencial", ha advertido el experto.


El último grupo se le ha denominado como 'Asesores'. Estas personas son mentores y ofrecen orientación en áreas específicas de nuestras vidas, normalmente por un tiempo definido y breve. Según Daniels, estos "evitan que nos expongamos innecesariamente a elementos como el dolor y los errores, pero también son catalizadores".


Actualidad Laboral / Con información de LaInformación