El gobierno italiano, al tiempo que decretó este domingo nuevas medidas restrictivas para combatir la pandemia, aprobó en la madrugada la ley de presupuesto para el 2021, realizada en clave anti-Covid y marcadamente expansiva. No hay subida de impuestos y se destinan 39.000 millones de euros para frenar la crisis desencadenada por el coronavirus, y apoyar el crecimiento del país.
En el paquete de medidas, destacan 6.000 millones para la escuela, 4.000 millones para sanidad (aparte de otros seis mil millones del fondo de recuperación europeo); 4.000 millones a fondo perdido para apoyar sectores en crisis (bares, restaurantes, hoteles y turismo estacional) y 5 mil millones para extender hasta marzo la llamada "caja integración", un sistema similar a los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) en España.
"Nunca unos presupuestos fueron tan expansivos en la historia del país", dijo el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, destacando que las inversiones pasarán del 2,3% del PIB en 2019 al 4% el próximo año.
Se ha cuidado especialmente el capítulo de Sanidad, para fortalecer y asegurar la atención médica, con muchas medidas. La principal es la confirmación, para 202, de 30.000 médicos y enfermeras que habían sido incorporados durante el periodo de emergencia. El personal sanitario tendrá retribuciones más altas. Para compra de vacunas se destinan 400 millones de euros, y un fondo de 1.000 millones para otras necesidades relacionadas con la emergencia sanitaria.
Ayudas a familias, trabajadores y al sur
En el ámbito fiscal, una medida relevante es la prestación mensual por hijo, oscilando entre 200 y 250 euros, desde el séptimo mes de gestación hasta los 21 años de edad. Se aplicará para los hijos de asalariados, autónomos y desempleados. Se verán beneficiadas 11 millones de familias.
Se aumenta el bonus que reciben los trabajadores en su nómina, capítulo al que se destinan casi 8.000 millones de euros. Desde el 2014, los empleados con rentas hasta 26.000 euros percibían 80 euros mensuales. Ahora, el bonus se amplía a 100 euros para los trabajadores con rentas desde los 28.000 y 40.000 euros, un bonus que se convierte en estructural.
Se asignarán 5.700 millones de beneficios fiscales para las inversiones en el sur del país, más retrasado económicamente que el norte, con el fin de apoyar las empresas y estimular el empleo. Las empresarios no tendrán que pagar impuestos por los contratos a menores de 35 años.
Recursos a educación y cultura
Las escuelas y universidades, además del sector cultural, también son receptores de otra importante inyección de recursos. De hecho, la contratación de 25.000 profesores de apoyo se financia con 1.200 millones de euros, mientras que 1.500 millones se destinan a edificios escolares que posteriormente también se beneficiarán de los recursos del Fondo de Recuperación.
Se incrementan las ayudas a guarderías con 100 millones, ampliables en años sucesivos. También se espera una contribución permanente de 500 millones anuales por el derecho a la educación y 500 millones, para incrementar la contratación en las universidades. Por otro lado, 2.400 millones van a edificios universitarios. Se interviene también con 350 millones de euros para potenciar el transporte escolástico destinado a regiones y municipios. Finalmente, 600 millones anuales se destinarán a apoyar el empleo en los sectores del cine y la cultura, que a su vez se ven especialmente afectados por la pandemia.
En definitiva, se trata de estimular la recuperación del país, con medidas para hacer frente a la pandemia, limitar su impacto en el mundo empresarial y laboral, fortaleciendo la atención médica. El gobierno espera para el próximo año un crecimiento del 6 % y un déficit del 7% del PIB.
Actualidad Laboral / Con información de ABC