12-03-2020

La salud es lo más importante, y después viene la economía. Es lo que dijo este miércoles el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien ha sorprendido con otra comparecencia nocturna para ordenar el bloqueo total: que cierren todas las actividades económicas y negocios en el país entero salvo aquellos de primera necesidad, como farmacias, parafarmacias y supermercados. Es decir, durante al menos un par de semanas no quedará ninguna tienda ni restaurante abierto en todo el país, como medida extrema para frenar el contagio del coronavirus.


“No es necesario salir corriendo al supermercado a hacer la compra”, precisó Conte, quien avisó que si todos respetan estas reglas, el país saldrá antes de la emergencia. La situación sigue agravándose en Italia, a pesar de que el martes las autoridades pensaban que la curva de infectados empezaba a estabilizarse. Nada más lejos de la realidad. Italia es ahora el país más afectado por el coronavirus fuera de China. Ayer la cifra de infectados se situó en 12.462 personas. Y lo que es peor, los muertos pasaron de 631 –el martes– a 827. Es un salto muy acusado en una sola jornada. Nadie se aventuraba anteayer a pronosticar cuándo podrá controlarse.


El primer ministro ha advertido de que harán falta un par de semanas para ver los efectos de las restricciones. “Que nadie se piense que mañana veremos los efectos”, ha avisado. Además de los supermercados y las farmacias también estarán abiertos algunos servicios públicos esenciales como los bancos, las aseguradoras, el servicio postal, los transportes públicos y de mercancías, las gasolineras, los estancos o los quioscos, porque los diarios son considerados “una necesidad”. También pueden trabajar los mecánicos o los lampistas, esenciales. Las fábricas pueden permanecer abiertas, pero solo las partes necesarias para garantizar la cadena de producción, así como las actividades agrícolas.


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En cambio, quedan cerrados bares y restaurantes, que hasta ahora podían abrir hasta las 6pm, asegurando la distancia de un metro entre comensales. Sí que podrán enviar a domicilio. También bajan la persiana las peluquerías, centros de estética y demás tiendas. Hasta el momento, Italia ya había ordenado el cierre de cines, museos, teatros, discotecas, salones recreativos, y también escuelas y universidades. Además, ha prohibido cualquier tipo de concentración pública y ha suspendido los eventos deportivos.


“Italia está demostrando ser una gran comunidad, unida y responsable. En este momento todo el mundo nos mira, en primer lugar por el número de contagios, pero también porque estamos tomando medidas rigurosas. Mañana no solo nos mirarán sino que nos admirarán y nos tomarán como ejemplo de un país que, con responsabilidad, ha conseguido superar esta pandemia”, concluyó Conte; felicitando a la mayoría de italianos que están cumpliendo las normativas a rajatabla. “Mantengamos la distancia ahora para abrazarnos con más fuerza mañana”, pidió.


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Esta decisión radical llega de nuevo tras la petición de los gobernadores de la Lombardía y el Véneto, de la Liga, las dos regiones más afectadas por el Covid, y donde los hospitales están absolutamente desbordados. “Cerrar durante quince días enteramente, al menos la Lombardía, puede servir para reducir o bloquear la difusión del virus”, dijo el consejero de Sanidad de la región, Giulio Gallera. “Nosotros otros 15 o 20 días, con un crecimiento así en los cuidados intensivos, no los soportamos”. Entre los fallecidos de este miércoles se encontraba Roberto Stella, de 67 años, presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos y Dentistas de la provincia de Varese, en la Lombardía. Era uno de los primeros médicos que se contagió en el país, mientras curaba a los pacientes italianos de una región que ya cuenta con por lo menos 7.280 infectados.


Algunas cadenas, como Burger King o Benetton, ya se habían avanzado y habían decidido cerrar sus negocios antes de la decisión del primer ministro. Los italianos van asumiendo las medidas que van llegando de forma gradual con resignación, y la mayoría las acata sin desobedecer. Hasta los supermercados señalan con cinta adhesiva las distancias adecuadas para no contagiarse de un virus que ha paralizado el país. Ahora ya queda muy poco por cerrar.



 




Actualidad Laboral / Con información de La Vanguardia